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• Las autoridades lo niegan, pero la disputa por pistas clandestinas y el arribo de lanchas con droga sudamericana han desembocado en una guerra de exterminio en más de 10 poblados sureños.

 

• Aunque las autoridades mantienen operativos en comunidades del sur de Quintana Roo, tras denuncias por desapariciones recientes. Habitantes viven con temor y desconfianza ante la presencia de grupos armados.

 

• Es la lucha por el control de la zona entre el CJNG-Chapitos contra Caborcas-Mayiza.

 

 

Redacción / CAMBIO 22

Chetumal, 28 de octubre.- La zona sur de Quintana Roo enfrenta un clima de tensión y alarma ante la presunta desaparición de más de veinte personas en distintas comunidades de los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar.

En menos de quince días, las desapariciones de personas han sido una constante que niegan las autoridades de los tres niveles de gobierno, aunque el sufrimiento de las más de dos decenas de familias afectadas con las desapariciones es una constante que se palpa a lo largo y ancho de las zonas rurales de los municipios de Bacalar y Othón P. Blanco, en el sur fronterizo de Quintana Roo.

La complicidad tiene nombres y apellidos y como dicen los lugareños hasta bendición del partido político dominante.
Por eso el silencio cómplice de las autoridades locales y de la ciudad de México.

Es la disputa entre el CJNG-Chapitos en contra de Los Caborca-Mayiza, por las pistas clandestinas y la recepción marítima de cargamentos de drogas suadamericana que arriban a esa desolada región de la entidad más importante del turismo de México.

“Las plazas narcas” se vendieron dos veces en la ciudad de México a estos grupos criminales, que hoy reclaman el derecho propio a reclamarlos y cobrar su cuota de sangre que para eso se encargan de donar los lugareños quintanarroenses.

No hay poder humano que pueda frenarlo aunque exista una orden obligatoria al interior del Ejército, Marina, Guardia Nacional y cuerpos de seguridad locales guardar silencio ante la prensa crítica sobre los ríos de sangre que corren por esta castigada zona rural sureña de Quintana Roo.

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Los retenes narcos, son el pan nuestro de cada día, en esas alejadas regiones quintanarroenses, tan alejadas de Dios, pero tan cerca de los narcotraficantes…

Aunque nadie quiere verlos y exigen a la prensa que volteen a otro lado el sufrimiento de Decenas de lugaremos delata su existencia y pagan por el derecho que otorga la corrupción venida de la ciudad de México para amalgamarse con sus homólogos estatales y municipales.

De nada sirven las cifras que en el día a día nos recetan las autoridades desde los púlpitos federales en la voz de Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch, con sus rimbombantes números alegres para “ensalzar” sus pírricos logros que celebran con rimbombantes alegoría sus afiliados que acuden con frecuencia a las tan desacreditadas “Mañanera”.

#MañaneraDelPueblo
🚨 DESPEDAZA HARFUCH A LOS NARCOS EN TODO EL PAÍS

En este sexenio han sido detenidas más de 21,000 criminales por delitos de alto impacto, se han asegurado 157 Toneladas de Droga, incluyendo una tonelada y media y más de 2 millones de pastillas de Fentanilo,… pic.twitter.com/qhDuRye2QH

— La Catrina Norteña (@catrina_nortena) May 20, 2025

 

La realidad es otra; los habitantes sureños quintanarroenses lo palpan, no lo sienten, no lo viven…

Versiones difundidas en redes sociales y testimonios de pobladores han generado inquietud sobre la presencia de grupos armados que operan en la región, particularmente en localidades cercanas a la ribera del Río Hondo.

La disputa del CJNG-Chapitos contra Caborcas-Mayiza es una realidad que ya no se puede ocultar, pues es sufrimiento de sus pobladores exigen acabar con el exterminio que llevan a cabo dichos grupos criminales.

La versión de las autoridades locales aseguran que aún cuando han desplegado operativos de búsqueda, el temor y la desconfianza persisten entre la población.

La guerra de exterminio entre grupos criminales se ha extendido desde Reforma Agraria, Miguel Alemán, El Gallito, Río Verde en Bacalar, hasta Juan Sarabia, Álvaro Obregón y Xul-Ha en Othón P. Blanco.

De acuerdo con habitantes de comunidades como Juan Sarabia y Xul-Ha, personas armadas recorren las calles y restringen los desplazamientos de los pobladores, lo que ha provocado un ambiente de miedo y aislamiento.

Las familias aseguran vivir bajo constante vigilancia y señalan que, pese a los reportes realizados, las autoridades no han dado resultados visibles.

“Aquí ya no manda el gobierno, manda el narco”, expresó un vecino de manera anónima, reflejando el nivel de desesperación que impera en la zona.

En respuesta a la información difundida, el Grupo Interinstitucional de Seguridad conformado por la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República, la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Ciudadana informó que mantiene operativos coordinados de búsqueda e investigación.

La Fiscalía General del Estado detalló que se han recibido tres denuncias formales posteriores al 24 de octubre, relacionadas con la desaparición de cuatro personas en el poblado de Juan Sarabia. Hasta el momento, no se han presentado denuncias en Xul-Ha, aunque personal interinstitucional continúa las labores de búsqueda y entrevista en la zona.

Las autoridades indicaron que mantienen comunicación con las familias de las personas reportadas como no localizadas y reiteraron su disposición para recibir más denuncias que permitan fortalecer las investigaciones.

Además, exhortaron a la ciudadanía a aportar información de manera confidencial a través de los números de emergencia y denuncia anónima. No obstante, la percepción entre los habitantes es de incertidumbre, pues consideran insuficiente la respuesta institucional ante el incremento de hechos violentos y desapariciones.

La situación en el sur del estado ha puesto en evidencia la fragilidad de la seguridad pública y la desconfianza ciudadana hacia las instituciones encargadas de garantizarla.

Mientras las autoridades aseguran que los operativos continúan y que los esfuerzos se mantienen, las comunidades afectadas demandan resultados concretos y la recuperación de la tranquilidad que, desde hace semanas, parece haberse desvanecido.

 

Con Datos y Fuentes del Sistema de Notícias CAMBIO 22

cambio22digitalcun@gmail.com

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