Finalmente, en cuanto a las frutas y verduras, “se pueden comer casi todas, a diferencia de lo que podemos creer, siempre que estén bien cocinadas, hervidas o al vapor. Lo importante en este caso, es que estén especialmente cocinadas para que así sean más blandas y por tanto, de más fácil digestión. Por ello, es importante evitar las ensaladas o los gazpachos”, concluye Calderón.