Diego Enrique Osorno: Un Encuentro Tardío con el Zapatismo Más Allá de las Tendencias
30 Ene. 2024Redacción/CAMBIO22
Diego Enrique Osorno (México, 1980) ganó el Premio Anagrama de Crónica/Fundación Giangiacomo Feltrinelli con En la montaña, un libro sobre su experiencia con el movimiento zapatista desde sus inicios hasta la actualidad.
En la montaña es una crónica concebida en 2018 tras una serie de entrevistas en las montañas de Chiapas con varios miembros de la comandancia.
“Yo llegué al zapatismo, a cubrirlo, cuando había pasado de moda. El zapatismo, entre 1994 y 2001, fue un movimiento muy atendido, reseñado, muy seguido en México y en todo el mundo. Yo llegué a Chiapas por primera vez en 2003, cuando el ya no tenía, digamos, esa radiación, y desde entonces no he dejado de cubrir el zapatismo”, dice en entrevista
“Es en buena medida, un movimiento que me ha permitido mantener la esperanza en medio de toda la barbarie que hemos vivido en México todo este siglo XXI. El libro, en cierta forma, también es un intento de relatar el zapatismo que me ha tocado conocer y reportar”, comenta el periodista, quien es colaborador de este diario.
“En el libro se incluye el viaje en La montaña, un barco nombrado así por los zapatistas para cruzar el océano Atlántico en 2021, pero también es un viaje por el zapatismo a lo largo de estos 30 años, no es solo un viaje marítimo, también uno a ras de tierra”, dice.
“Y sin duda soy el peor marino en la historia porque no sé nadar y eso es culpa, en buena medida, de mi origen regiomontano, aunque siempre aclaro que soy más ‘montano’ que ‘regio’. Pero acepté por el zapatismo, por contar la historia y ser testigo de ese gran acontecimiento, no solo del zapatismo sino de los pueblos originarios mayas. Me lancé al mar con ellos también”.
La bitácora De esta experiencia también nació el documental La montaña (2023) dirigido por Osorno, una bitácora cinematográfica del viaje marítimo hecho a Europa en medio de la pandemia por una delegación de pueblos indígenas rebeldes de Chiapas.
Durante varias entregas, ha relatado este viaje bajo el nombre de “Bitácora periodística. El viaje de la semilla”, pero aclara que el libro contiene otro material: “No he dejado de atender esta realidad en los espacios que tengo, pero el libro tiene una visión más amplia y específica”.
“Llegué al zapatismo cuando estaban empezando a implementar su sistema autónomo de gobierno, después de que los traicionaron todos los partidos políticos, incluyendo a la supuesta izquierda que hoy gobierna el país, que probablemente veía que al reconocer los derechos de indígenas que demandaban los zapatistas habría la posibilidad de una disputa en el absurdo mundo electoral y traicionaron estos acuerdos”.
Comenta que ante esto, “ellos implementaron una vida muy rica, desafiante a la barbarie que tenemos y fueron haciendo una transformación, de aquel grupo guerrillero que conocimos en 1994 a un grupo civil pacífico y sumamente creativo, capaz de no solo invocar la fuerza sino sobre todo la organización y el arte para resistir en un contexto cada vez más difícil, no solo en México sino también en Chiapas.
“Lo que ellos han podido construir con organización, con creatividad y con muchos sacrificios es hoy en día una referencia”, dice el periodista.
Agradecido y comprometido Osorno cuenta que este fin de año estuvo en una comunidad zapatista donde celebraron los 30 años del inicio de su movimiento:“Es impresionante ver cómo, en medio de la degradación y descomposición que está viviendo Chiapas, las juventudes zapatistas pueden seguir teniendo una calidad de vida y una orientación que es difícil encontrar en otras comunidades y pueblos no zapatistas que hay en Chiapas, ya no digamos en el resto del país”.
Acerca del premio, comenta: “Aprecio mucho que el manuscrito haya sido distinguido por el jurado con esta oportunidad para relatar una historia palpitante que algunos buscan enterrar en el fango de la desmemoria. Me siento agradecido y comprometido con este andar”.El jurado difundió: “Lejos de quedarse en documentar la hoja de ruta de este barco zapatista, Osorno toma este viaje como punto de partida para detallar con más precisión qué fue y qué representa este movimiento”.
Fuente: Milenio
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