Verónica Malo Guzmán / CAMBIO 22

La presidenta Claudia Sheinbaum ha cuestionado que el aún embajador de Estados Unidos en México, el señor Ken Salazar, haya cambiado su discurso cuando se trata de evaluar las políticas públicas económicas y de seguridad pública de la 4t. Que de considerarlas adecuadas, ahora las califica de rotundo fracaso. Sobra decir que eso ha coincidido con que el amor que existía entre él y López Obrador, teniendo el diplomático incluso derecho de picaporte en Palacio Nacional, se convirtió en una relación de México con Estados Unidos pausada (situación que Claudia Sheinbaum ha mantenido así).

Yo opino que, aunque tarde, es positivo que el sombrerudo diplomático se haya dado cuenta de que los abrazos que Morena reparte a los narcotraficantes y asesinos no sirven de nada. También el que al menos un 85 por ciento de toda la Inversión Extranjera Directa recibida este último sexenio consiste en reinversiones y no en inversiones nuevas ni producto del tan cacareado nearshoring.

Es natural que Claudia Sheinbaum repruebe los dichos de Salazar. Pero de ahí a pensar que el funcionario norteamericano es el único que modifica de discurso, pues no.

 

 

Y si bien es de sabios cambiar de opinión, yo no le encuentro sabiduría a cómo se conduce Regeneración Nacional. Hay oportunismo, eso sí. Mucho. Si un gobierno ha normalizado abjurar de sus compromisos, premisas y postulados es este que nos rige. Así que me sorprende el cinismo con que se formulan ese tipo de cuestionamientos por parte de la cabeza del gobierno morenista; todos sabemos que la 4t es un gran saco lleno de contradicciones, negaciones, retractaciones, enmiendas y promesas rotas.

“No habrá militarización; la Guardia Nacional dependerá de un mando civil”. Pues bien, hoy por hoy en la norma —antes en la práctica— la GN está sujeta a la secretaría de la Defensa. Tan es así que se le ha tenido que confeccionar una nueva reforma a la SSyPC bajo la titularidad de Omar García Harfuch para compensar esa militarización (¡y qué bueno!).

“No hay desabasto de medicamentos”; “los padres de los niños con cáncer son golpistas”. Sí, chucha. Por eso, después del fracaso del INSABI, se creó el IMSS Bienestar, luego la mega farmacia y después las Farmacias del Bienestar… Lo he dicho y lo repito: Andrés Manuel López Obrador y Hugo López Gatell merecen la cárcel solo por esto.

 

 

“El gobierno se conduce bajo una austeridad republicana”. ¡Claro! Por ello, después de ser balconeado —pero sobre todo por la gritoniza que le ha de haber metido la primer mandataria— Ricardo Monreal se ha tenido que disculpar por hacer uso de transporte aéreo privado y comprometerse a no repetir estas prácticas mientras desempeñe un cargo público. ¿Para cuándo ese mismo acto de constricción por parte de Adán Augusto López, de Pedro Haces y de tantos otros funcionarios y representantes populares de Morena?

“Se terminó el nepotismo y la corrupción”. ¿En el oficialismo partidista se muerden la lengua cada vez que critican a integrantes del Poder Judicial que tienen a familiares trabajando en la esfera judicial? ¿Hacemos un breve repaso del nepotismo cuatrotero?: (1) los Monreal diputado, senador, gobernador y, además, otro funcionario trabajando en el equipo de la Presidencia de la República; (2) los Taddei (me refiero a la presidenta del INE, al director de la compañía del Estado LitioMex, al diputado, a los muchos funcionarios del gobierno morenista); (3) los Batres (la ministra de la SCJN, el director del ISSSTE, la diputada); (4) los Alcalde Luján (la presidenta de Morena, ¿la próxima fiscal de la CdMX? y otros varios servidores públicos con ese apellido desempeñando cargos de nivel medio dentro del Ejecutivo federal); (5) los Godoy; (6) los Bartlett; (7) ahora también los Yunes…

“La gasolina estará a $10 pesos el litro y no habrá gasolinazos”. Nadie sabe cómo alcanzó los $26 pesos… “No nos vamos a endeudar”, pero la deuda bien que ha llegado a representar hoy en día el 49.7% del PIB (contra el 44.8% de Peña Nieto o el 32.4% de Calderón).

 

 

“Ya tenemos un servicio de salud como en Dinamarca… aún mejor”. Y bueno, la cruda realidad es que en los hospitales y clínicas públicas no hay suficientes camas, ni enfermeras, ni médicos, ni tratamientos, ni medicinas, ni laboratorios, ni material, ni camilleros, ¡ni elevadores, luz, agua, techos!

Les repito: para tener la lengua larga, hay que tener la cola muy corta. De lo contrario se arriesgan a que en una columna de opinión se haga evidente que no pocas veces la Cuarta Transformación dice una cosa y luego hace otra…

 

 

 

Fuente: El Heraldo de México

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