Día Mundial de la Suegra y su Importancia en la Sociedad Mexicana
26 Oct. 2025
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En el marco del Día de la Suegra, este rol sigue sujeto a los estereotipos de género que marca algunas dinámicas familiares
Redacción/ CAMBIO 22
En México, la suegra sigue siendo una figura atravesada por los estereotipos de género, educada para cuidar, mediar y sostener la armonía del hogar, pero rara vez reconocida como protagonista de la misma. Su función, aunque cambia con el tiempo, permanece sujeta a la lógica del patriarcado, que valora su entrega y templanza, pero no reconoce su independencia o autoridad.
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El resultado es una figura central en la vida cotidiana, pero invisible en las políticas públicas. Las suegras son pilares de la economía del cuidado, pero aún enfrentan grandes retos.
Según datos de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT 2024) del INEGI, las mujeres en México dedican 66.8% del tiempo total de trabajo a actividades no remuneradas, frente a 33.2% de los hombres. En promedio, ellas trabajan 61.1 horas semanales, de las cuales 39.7 son en tareas domésticas y de cuidado, lo que representa una brecha de 21.5 horas respecto a los hombres.
Faltan programas sociales que reconozcan labor de suegras
El trabajo de las suegras no aparece en estadísticas laborales, pero sostiene la vida familiar mexicana. Preparan comida, cuidan nietos, acompañan a familiares enfermos, pagan servicios o comparten ingresos.
Las mujeres mayores son parte de las redes de cuidado. Su aporte es económico, emocional y físico, pero se le llama ‘ayuda’, no trabajo, enfatiza la especialista.
Ese cuidado, que sostiene la vida de otros, no recibe ni salario ni derechos”.
En México, la ausencia de programas que reconozcan el papel de las suegras en el cuidado familiar provoca que ellas sigan cargando con tareas que deberían compartirse.
Cuando una nuera cuida a su suegra enferma o una suegra cuida a sus nietos, esa labor no tiene reconocimiento legal. Se necesita una política de cuidado con perspectiva de género, porque el sistema actual asume que las mujeres deben hacerlo gratis”.
El #INEGI presentó la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo #ENUT 2024. Te compartimos algunos resultados 📊:
En 2024, las personas de 12 años y más dedicaron 51.6% de su tiempo total a actividades productivas no remuneradas; el restante 48.4% correspondió a actividades de… pic.twitter.com/s2uF52sPNZ
— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) August 28, 2025
Familia muégano
En México, muchas mujeres aún se mudan a casa de los padres de su pareja al formar una familia. Casi una tercera parte de los hogares del país son ampliados, es decir, además de la unión y los hijos, viven otros parientes como suegros o cuñados. Esta forma de residencia se conoce como ‘virilocal’.
Karla Badillo señala que México mantiene la tradición de la ‘familia muégano’, donde las diferentes generaciones conviven en estrecha cercanía.
“La familia muégano crea redes solidarias, pero también conflictos constantes. Las hijas o los hijos siguen siendo tratados como dependientes, y las madres mayores, como figuras de autoridad o de carga”.
En estas dinámicas, las tensiones entre suegras, nueras y yernos son inevitables.
No se deben a enemistades personales, sino a la convivencia a veces forzada y a la falta de acuerdos sobre límites y autonomía.
“Factores como la pobreza o incluso el contexto económico actual hacen que las parejas jóvenes busquen independencia, pero siguen dependiendo del apoyo de los padres o de los suegros. Esa contradicción genera conflictos, sobre todo cuando se comparten espacios de vivienda”, detalla la especialista.
La especialista señala que la clase social y la zona geográfica también influyen. En las zonas rurales o en las periferias, es común que los jóvenes construyan un piso sobre la casa de sus padres.
“Eso prolonga la figura de la suegra dentro del hogar. Su presencia ya no se asocia al matrimonio, sino a la economía compartida”.
El #INEGI por primera vez realiza la medición de la Pobreza Multidimensional.
La población en situación de pobreza multidimensional es aquella cuyos ingresos son insuficientes para adquirir los bienes y los servicios que requiere para satisfacer sus necesidades y no tiene… pic.twitter.com/oKMvE8eFNv
— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) August 13, 2025
Los medios de comunicación y la construcción del estereotipo de la suegra
Las redes sociales y la cultura popular son clave en la reproducción del estereotipo de la mala suegra. Los medios de comunicación masivos y las series de televisión refuerzan esas figuras.
“Las narrativas mediáticas mantienen vivas las imágenes tradicionales de la suegra: a ‘mala’ o conflictiva y el ‘ángel cuidador’ o idealizada”, explica la entrevistada.
Karla Badillo compara estas representaciones con lo que ocurre en las telenovelas latinoamericanas clásicas y en los doramas o K-dramas asiáticos, que hoy llegan a México a través de la globalización y las plataformas digitales.
“Los TikToks o los memes sobre suegras villanas son una versión moderna de los viejos estereotipos de las novelas. Hacen reír, pero siguen reforzando la misma dinámica: la mujer controladora, la nuera víctima, el yerno que violenta.”
A pesar de la distancia cultural y del idioma, las historias coinciden en mostrar la misma figura femenina: una suegra posesiva que quiere retener a su hijo para ella sola, convencida de que ninguna mujer es lo suficientemente digna; o, en el extremo contrario, la suegra que calla ante la violencia, que minimiza el sufrimiento de la nuera y solapa al hijo abusador.
🏠 Hoy es el Día Internacional de los Inquilinos, una fecha para visibilizar el derecho a una vivienda digna y promover alquileres justos y accesibles para todas y todos.https://t.co/vKtEC31BXz
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) October 6, 2025
Cambiar la percepción de las suegras: es parte de la lucha feminista
La especialista explica que el debate sobre las suegras se vincula con algunos de los intereses centrales de la lucha feminista, especialmente con la necesidad de reconocer cómo el machismo divide a las mujeres y mantiene la desigualdad dentro del hogar.
El machismo enfrenta a las mujeres entre sí. La madre y la esposa del mismo hombre se ven como rivales, cuando en realidad son dos mujeres dentro del mismo sistema desigual. Una repite lo aprendido, la otra busca romperlo, pero ambas están condicionadas por la misma educación de género”, señala.

Desde esta mirada, cambiar la forma en que se percibe a la suegra también es una acción política. Implica romper con la lógica de competencia femenina que el patriarcado ha construido durante generaciones.
La especialista considera que la transformación inicia en el discurso público. Nombrar a las suegras sin burla ni desprecio, y reconocer su papel dentro de la familia, forma parte del cambio cultural y la dignidad que el feminismo impulsa.
“Necesitamos dejar de hablar de las suegras como un problema y empezar a verlas como parte de la red que sostiene la vida doméstica y emocional del país.
Fuente: Infobae
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AFC/RCM




















