Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 5 de julio. –  En un día de asueto para la mayoría de los trabajadores de los comercios locales, José María Morelos se muestra inusualmente tranquilo tras el paso del huracán Beryl. Afortunadamente, el huracán no causó mayores daños en el municipio, permitiendo que la comunidad respire con alivio.

En la cabecera municipal, la mayoría de los comercios permanecen cerrados. Apenas días atrás, cuando el semáforo de prevención indicaba el inminente impacto del huracán en las costas quintanarroenses, se pudo observar a un gran número de morelenses acudiendo a las tiendas para abastecerse de productos básicos, preparándose para el eventual encierro que un fuerte impacto podría haber implicado.

Hoy, en un recorrido por la Avenida Morelos, se pudo observar que la mayoría de los comercios se encuentran cerrados. Sin embargo, las tres gasolineras, algunos comercios de abarrotes y farmacias continúan operando con normalidad. Por la mañana, la cabecera municipal lucía desierta, reflejando el día de asueto y la cautela aún presente en la comunidad.

Este respiro temporal permite a los trabajadores y habitantes de José María Morelos recuperarse y planificar sus próximos pasos mientras la vida vuelve gradualmente a la normalidad tras la amenaza del huracán Beryl.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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