Día 2 ¿Coincidencia Meteorológica o Intervención Mítica?
19 Oct. 2025
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La expofer sorprende sin lluvia
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Silencio en el cielo, rumor en las calles
Miguel Ángel Mauss / CAMBIO 22
Por segundo día consecutivo, el cielo sobre Chetumal se ha mantenido impecablemente azul durante la Expofer 2025, nada de chubascos repentinos, ni cielos plomizos, ni esa llovizna traicionera tan típica de esta época, solo sol, alegría y una extraña sensación de asombro colectivo que ha comenzado a dejar de parecer casual, en plena temporada de lluvias, el clima seco ha sido tema de conversación constante entre expositores, visitantes y cronistas locales, todos preguntándose: ¿pasó algo distinto este año?
Y es imposible no volver a hablar de ella: Doña Mary Tierritas, la mítica tamalera expulsada del recinto ferial en 1974 y figura central de una de las leyendas urbanas más queridas —y temidas— de la capital quintanarroense, según la tradición oral, su injusta salida desató una maldición que durante décadas trajo lluvia puntual y pertinaz a cada edición de la Expofer, una historia que muchos tomaban con humor, en años anteriores, hasta que el cielo comenzaba misteriosamente, a comportarse de forma distinta.

Ya el año pasado, la presidenta municipal Yensunni Idalia Martínez Hernández sorprendió al confirmar, durante una entrevista informal con un medio local, que su administración analizaba seriamente convertir el supuesto altar a la tamalera en un atractivo turístico-cultural, incluso mencionó, con tono entre divertido y visionario, que le habían propuesto patentar la idea y venderla a regiones con escasez de lluvias, además de la posibilidad de establecer un “Día del Tamal” dentro del calendario oficial de la feria también fue mencionada, aunque sin detalles concretos.
Y es que la riqueza de las tradiciones orales no solo otorga identidad a una ciudad, sino que, en el imaginario colectivo, edifica verdaderos pueblos mágicos donde lo real y lo fantástico conviven con asombrosa naturalidad. Estas leyendas, transmitidas de generación en generación, son mucho más que relatos pintorescos: son vehículos de memoria, símbolos de resistencia cultural y reflejo del alma popular. Ejemplos de esta herencia viva abundan en cada rincón de la República Mexicana: la Mulata de Córdoba, el enigmático Charro Negro, la inquietante Pascualita en Chihuahua, o la seductora Xtabay, cuya leyenda aún respira entre los ecos selváticos de lo que fuera la hermana república de Yucatán. Todas ellas laten en la memoria colectiva como cicatrices luminosas del pasado. En ese mismo espíritu, el mito de Doña Mary Tierritas encarna no solo una historia singular, sino también un acto de reconciliación simbólica con una figura que (real o mítica) representa una forma de justicia poética profundamente arraigada en el corazón del pueblo y su destino.

Hoy, la leyenda ya no se limita al relato de sobremesa; ha comenzado a ser parte del discurso patrimonial de Chetumal y en esta edición de la Expofer, sin una gota de lluvia en sus dos primeros días, se está escribiendo como una de las más memorables en la historia reciente.
¿Se rompió la maldición? ¿Se hizo justicia histórica? ¿O simplemente los vientos han cambiado? Difícil saberlo. Pero mientras el clima sigue cooperando y la feria vibra sin necesidad de paraguas, la ciudad entera parece mirar al cielo con una mezcla de gratitud, sospecha… y un leve antojo de tamal.
Fuente: Facebook
KXL/RCM





















