Los Nexos de Esther Burgos Jiménez con el Ex Gobernador del Edomex, Eruviel Ávila

• Desde el Cristal con que Miro.

Miriam Chan / CAMBIO 22

En política nada es casualidad: Esther Burgos Jiménez y sus nexos con Eruviel Ávila Proveniente de Estado de México, en la recién creada Secretaría de las Mujeres maneja presupuesto de casi 842 millones de pesos para el ejercicio 2025.

No sólo es una expriista acogida en Morena. El gobierno de Quintana Roo parece rendir pleitesía a “la niña dorada”, Esther Burgos Jiménez, quien fue incrustada en el estado por sus artimañas para recolectar votos con el disfraz de ayuda a las mujeres vulnerables y de escasos recursos económicos.

Y no bastó con modificar la ley para que pueda tener en la entidad la titularidad de la recién creada Secretaría de las Mujeres, si no que también le otorgaron la cifra estratosférica de casi 842 millones de pesos para el ejercicio 2025, que, en contubernio con Gabriela Brigitte Ortega Aviña, les permite tener la varita mágica con la cual deciden quién puede acceder a dichos recursos, bajo la falacia de implementar programas para reducir las desigualdades que enfrentan las mujeres.

¿Quién es “la niña dorada” y actual flamante Secretaria de las Mujeres en Quintana Roo? Esther Burgos Jiménez es nada menos que la ahijada política del viejo lobo de mar expriista mexiquense y actual diputado federal por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Eruviel Ávila Villegas, quien en el 2014, siendo gobernador del Estado de México por el PRI, nombró a Burgos Jiménez como representante de la Casa de ese estado en Chicago, Illinois, en el vecino país gobernado por Donald Trump.

Desde esa oficina ofrecían servicios de orientación legal, protección y defensa jurídica, apoyo para el traslado de enfermos, asesoría para invertir en infraestructura en los municipios expulsores de migrantes, así como trámites y servicios de documentación, entre estos últimos actas de nacimiento a los migrantes radicados en 22 estados de Estados Unidos, sin importar que tan importante documentación tendría que ser tramitada únicamente en los consulados, situación que llevó al reconocido periodista Julio Astillero a denunciar públicamente que en esa oficina mexiquense ubicada en Chicago estuvieran aprovechando la necesidad de los connacionales para hacer proselitismo político, en la búsqueda de votos para el proceso electoral 2017 en Estado de México y para el proceso federal de 2018.

En el año 2020, luego de dejar la oficina de la Casa del Estado de México en Chicago, y claro, luego del escándalo en el que estuvo involucrada junto con Eruviel Ávila, Burgos Jiménez se dedicó a la consultoría en proyectos binacionales; luego, en 2021, fue nombrada delegada de Finanzas del Comité Ejecutivo Estatal de Morena bajo la dirigencia de Humberto Aldana Navarro, y coordinadora estatal de Fiscalización del Comité Ejecutivo Nacional de Morena en la Ciudad de México.

En 2023 Esther Burgos Jiménez ocupó la Subsecretaría Técnica del Gobierno del Estado bajo el mando de María Cristina Torres Gómez; en julio de 2024 llegó a la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Económico, y posteriormente, en noviembre de ese mismo año se crea la Secretaría de las Mujeres, en donde ahora despacha la flamante titular y a quien desde esa oficina nadie toca ni con el pétalo de una rosa, dado que es una de las consentidas del sexenio autonombrado “humanista con corazón feminista”.

¿Ya ve por qué le digo, amable lector, que en política nada es casualidad? Porque “la niña dorada” e intocable del actual sexenio del estado no sólo sabe vender espejitos, sino que sabe de tretas y artimañas electorales, así que no crea que está en Quintana Roo por casualidad. Aprendió bien de su padrino político y pasó del tricolor al guinda con tal de seguir escalando hacia las grandes esferas. Y aunque es licenciada en Derecho por el Tecnológico de Monterrey y Maestra en Derecho por la Universidad de Berkeley, California, una vez más “Desde el cristal con que miro” corroboramos que aquí o en China los títulos académicos no necesariamente se llevan bien con la honestidad.

Nos leemos la próxima.

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