► Vecinos y comerciantes exigen acciones del gobierno municipal

 

Ricardo Jesús Rivas/CAMBIO 22

CHETUMAL, 5 de junio. – La zona turística de Calderitas muestra señales de deterioro avanzado y abandono en su infraestructura, sin recibir mantenimiento desde su instalación. Residentes y comerciantes se enfrentan a la propuesta del gobierno municipal de Othón P. Blanco de asumir la responsabilidad del cuidado de estas instalaciones públicas.

En Calderitas, una de las áreas recreativas más frecuentadas por locales y turistas, le falta de mantenimiento y ha llevado a un estado de deterioro alarmante. Desde su creación, elementos como el muelle (, los juegos infantiles y las bancas no han recibido las atenciones necesarias, evidenciando la negligencia en la conservación de los espacios públicos. El barandal del muelle, punto focal para los visitantes, se encuentra en condiciones críticas, prácticamente al borde del colapso, lo que representa un riesgo para la seguridad.

Además, la situación de las bancas es desoladora; muchas fueron hurtadas y otras tantas se encuentran severamente dañadas por la corrosión, producto de la salinidad del ambiente marino que caracteriza a la zona. Lo mismo sucede con la plataforma de madera del muelle, donde varios tramos muestran signos evidentes de rotura o desprendimiento, complicando el acceso y uso por parte de los visitantes.

La respuesta del gobierno municipal de Othón P. Blanco genera controversia entre los vecinos y comerciantes de la zona. La administración “les sugiere” que sean los propios habitantes o los negocios locales quienes se encarguen del mantenimiento de estas instalaciones, una propuesta que es recibida con desaprobación y considerada una evasión de las responsabilidades municipales. Esta actitud es interpretada como un abandono de las obligaciones del gobierno para con la comunidad y el bienestar público.

Ante esta situación, la comunidad de Calderitas se encuentra en una encrucijada, debatiendo entre la necesidad de mantener el área en condiciones óptimas para su disfrute y la exigencia hacia el gobierno municipal para que asuma su rol en la preservación del patrimonio público. El deterioro continuado de estas instalaciones afecta la imagen de Calderitas y pone en juego la seguridad de quienes visitan o acuden a disfrutar de este emblemático lugar.

 

redaccion@diariocambio22.mx

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