Descubrimiento en la Cueva Manot Reescribe la Historia: Rituales Humanos de 35,000 Años en Israel
11 Dic. 2024
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Arqueólogos hallan un tótem en forma de tortuga y evidencias de ceremonias simbólicas en el norte de Israel, revelando prácticas rituales que desafían nuestra comprensión de los primeros Homo sapiens
Redacción / CAMBIO 22
Ubicada en el norte de Israel, cerca de la frontera con Líbano, la cueva Manot es un tesoro arqueológico sin precedentes. Descubierta en 2008, su relevancia ha crecido con cada hallazgo, desde el cráneo híbrido de Homo sapiens y Neandertal encontrado en 2015 hasta los recientes vestigios de rituales humanos. Estos nuevos descubrimientos destacan el uso de su sección más profunda como un espacio dedicado a ceremonias simbólicas.
El hallazgo central es la llamada “roca tortuga”, una estructura tridimensional grabada y colocada deliberadamente en un nicho natural. Este objeto único, junto con cenizas de antorchas y la acústica especial de la caverna, apunta a su función como un espacio espiritual de gran significado.

Una colaboración internacional y multidisciplinaria
El proyecto en Manot ha sido posible gracias a la unión de expertos de diversas disciplinas y países. Instituciones como la Universidad de Haifa, la Universidad de Viena y la Fundación Leakey han trabajado juntas para desentrañar los secretos de la cueva. La participación de odontólogos de Case Western Reserve ha sido clave para identificar fragmentos óseos, resaltando la importancia de la odontología en la antropología.
Entre los colaboradores más destacados está Linda Spurlock, quien ha reconstruido rostros humanos a partir de cráneos, añadiendo una dimensión visual a los descubrimientos. Este enfoque interdisciplinario ha permitido un análisis integral de la cueva y sus ocupantes.

¿Qué nos revelan estos rituales?
Los indicios sugieren que los humanos modernos ya diferenciaban entre espacios para la vida cotidiana y lugares sagrados destinados a actos espirituales. La “roca tortuga” y su ubicación estratégica refuerzan la idea de una conexión simbólica profunda con el entorno, mientras que las antorchas utilizadas para iluminar este espacio subterráneo demuestran la importancia que tenía para sus ocupantes.
Este hallazgo no solo ofrece una visión única de los primeros rituales humanos en Asia, sino que también destaca el posible contacto e intercambio cultural entre Homo sapiens y Neandertales, abriendo una ventana fascinante al pasado de nuestra especie.
Un descubrimiento que redefine la historia
La cueva Manot continúa siendo una fuente inagotable de conocimiento, reescribiendo lo que sabemos sobre los primeros humanos modernos. Desde su singular “roca tortuga” hasta el cráneo híbrido que marcó un hito en la antropología, este lugar combina historia, ciencia y espiritualidad en una narrativa que conecta a la humanidad con sus raíces más antiguas. ¿Qué más nos deparará este enigmático santuario subterráneo?
Fuente: Gizmodo
GPC/AGF




















