Descubrimiento Bajo el Agua en Belice Revela los Inicios de la Industria Salinera Maya
22 Nov. 2024
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Un Sitio Sumergido De Más De 1.800 Años De Antigüedad Muestra Cómo Los Mayas Produjeron Sal De Manera Organizada
Redacción/CAMBIO 22
Desde hace más de 1.800 años, la sal fue un recurso esencial para la civilización maya. En un sitio llamado Jay-yi Nah, sumergido bajo una laguna en el sur de Belice, los arqueólogos han encontrado pruebas de cómo comenzó la producción organizada de sal durante el periodo clásico temprano (250-600 d.C.).
Este descubrimiento arroja luz sobre cómo los mayas, más conocidos por sus ciudades monumentales, también desarrollaron técnicas prácticas para sustentar sus comunidades.

Estructuras y técnicas preservadas por el agua
Lo que hace único al sitio de Jay-yi Nah es su estado de conservación. Bajo una capa de turba, los arqueólogos hallaron estructuras de madera bien preservadas que muestran cómo se construyeron los espacios de trabajo. También encontraron cerámica que indica cómo los mayas hervían salmuera para cristalizar la sal.

El diseño de los recipientes encontrados sugiere que esta producción inicial no estaba destinada al comercio masivo, sino a satisfacer necesidades locales. A diferencia de sitios posteriores, no hay grandes cantidades de desechos cerámicos, lo que refuerza la idea de una producción modesta y experimental.
De la sal a las redes comerciales
Las pruebas de radiocarbono revelan que Jay-yi Nah estuvo activo antes del auge del comercio maya en el periodo clásico tardío (650-800 d.C.). En ese momento, la sal se convirtió en un bien estratégico para conservar alimentos como pescado y carne. Sin embargo, Jay-yi Nah parece haber servido principalmente a comunidades cercanas, sin conexión con las redes comerciales más amplias que caracterizarían épocas posteriores.

Este descubrimiento subraya la importancia de explorar zonas arqueológicas menos tradicionales, como costas y lagunas, para entender mejor la vida cotidiana y los recursos básicos que sustentaron civilizaciones complejas como la maya.
Un legado que sigue desvelándose
Jay-yi Nah es una ventana a los inicios de una industria que fue fundamental para los mayas. Aunque su producción era pequeña, su estudio ofrece nuevas perspectivas sobre cómo las comunidades antiguas gestionaban recursos esenciales. Los investigadores siguen explorando este sitio, con la esperanza de descubrir más sobre los trabajadores de la sal y sus conexiones con asentamientos vecinos.

Este descubrimiento refuerza la idea de que, para comprender una civilización, también debemos mirar sus aspectos más cotidianos. La historia de los mayas no solo se encuentra en sus templos, sino también en las salinas que les permitieron prosperar.
Fuente: Gizmodo
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