• El hallazgo arroja nueva luz sobre la vida y el arte en la antigua ciudad romana, revelando detalles únicos de su riqueza cultural.

 

Redacción/CAMBIO 22

Durante las excavaciones que se están llevando a cabo en la ínsula de los Castos Amantes, situada a lo largo de la Vía de la Abundancia que conectaba el foro con el anfiteatro de la antigua ciudad de Pompeya, los arqueólogos del Parque Arqueológico de Pompeya se han visto sorprendidos por el descubrimiento en una pequeña casa sin el tradicional atrio, pero decorada con finísimos frescos.

A pesar del tamaño de la vivienda, el alto nivel artístico de las pinturas que decoran sus paredes (en el estilo pompeyano IV) ha llamado la atención de los arqueólogos, los cuales no han dudado en afirmar que nada tienen que envidiar a las de la Casa de los Pintores en el Trabajo. Según los investigadores, este descubrimiento ofrecerá la oportunidad de entender tanto los cambios sociales como arquitectónicos que experimentó Pompeya en el siglo I d.C.

Arqueólogos descubren en Pompeya una casa con frescos eróticos en buen  estado: esto es lo que sabe

La estructura recién descubierta ha sido bautizada provisionalmente por los arqueólogos como la Casa de Fedra, debido a la presencia de un fresco muy bien conservado que recrea el mito de Hipólito y de la princesa cretense Fedra, esposa de Teseo.

Esta residencia, la cual se encontraba en obras en el momento de la erupción, destaca por la ausencia de atrio, que era un elemento habitual en las casas de Pompeya de la época, que incluían un atrio con un impluvium, lo que podría indicar un cambio en los hábitos sociales de la época.

Exquisitos frescos 

Además del cuadro mitológico de Hipólito y Fedra, los investigadores han sacado a la luz diversas imágenes del amplio repertorio de la mitología clásica como una escena erótica entre un sátiro y una ninfa, otra con la diosa Venus y su amante Adonis y una representación, aunque bastante dañada, del Juicio de Paris.

Escena erótica en la que se representa a un sátiro y a una ninfa.

Junto al fresco de Hipólito y Fedra, una ventana permite el acceso a un pequeño patio que alberga un larario (altar doméstico) decorado con motivos vegetales y animales sobre un fondo blanco.

En la parte superior del larario puede verse un águila sosteniendo un ramo de palma entre sus garras, mientras que en la inferior aparecen dos serpientes enfrentadas acompañadas de ofrendas como piñas, higos y dátiles, posiblemente como símbolos de fertilidad y prosperidad.

Parte inferior del larario decorado con dos serpientes y, delante, un incensiario.

Durante las excavaciones en el larario se desenterraron diversos objetos rituales como un quemador de incienso de cerámica y una lámpara con evidentes muestras de uso, así como restos de ramas aromáticas, un par de higos secos en la base del altar y fragmentos de mármol con diseños dionisíacos.

 

Fuente: National Geographic

redaccion@diariocambio22.mx

VAC/MER

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