• Se trata de una cueva subterránea que protegería la infraestructura humana de las temperaturas extremas, la radiación y los meteoritos.

 

Redacción/ CAMBIO 22

Un grupo internacional de científicos coordinado por la Universidad de Trento, Italia, descubrió una cueva subterránea en la Luna, un lugar apropiado para construir una base espacial para explorar el satélite natural, informó Nature Astronomy en un artículo.

De acuerdo con los investigadores, la caverna se sitúa en el Mar de la Tranquilidad, a aproximadamente 402 kilómetros del lugar donde los astronautas del Apolo 11, Neil Armstrong y Buzz Aldrin, pisaron la Luna por primera vez en 1969. La profundidad de cueva alcanza casi los 40 metros y representa un “sitio prometedor para una base lunar, ya que ofrece refugio para el duro entorno de la superficie y podría apoyar la exploración humana a largo plazo de la Luna”, señalaron los astrónomos.

Según el científico Lorenzo Bruzzone, la hipótesis sobre la existencia de tales estructuras fue formulada hace más de 50 años, pero es la primera vez logra ser probada. El investigador explica que, en el marco de la misión de la NASA en 2010, el radar de radiofrecuencia en miniatura (Mini-RF, en inglés) capturó una serie de imágenes de la superficie lunar.

 

“Muchos años después, analizamos estas imágenes con complejas tecnologías de procesamiento de señales desarrolladas recientemente en nuestro laboratorio y descubrimos que parte de los reflejos de radar de una zona del Mar de la Tranquilidad puede atribuirse a un conducto subterráneo”, expresó.

“El análisis de los datos ha permitido construir un modelo que representa la parte inicial del túnel”, señaló el primer autor de la investigación, Leonardo Carrer. “Es muy probable que se trate de un conducto de lava vaciado”, agregó.

¿Por qué es un “sitio prometedor”?

Los especialistas sostienen que hay una serie de factores que convierten la cueva en un sitio adecuado para construir una base en el satélite natural, donde el entorno es hostil para la vida humana. Uno de los aspectos clave es la temperatura, ya que en el lado expuesto al Sol puede alcanzar los 127 °C, mientras que en el lado opuesto, desciende hasta los -173 °C.

Además, hay que tener en cuenta tanto la radiación cósmica y solar, que es hasta 150 veces más potente que la que se experimenta en nuestro planeta, como la amenaza constante de meteoritos. Así, la infraestructura que pueda ser construida en la caverna estaría protegida por el relieve.

 

 

 

Fuente: RT

redaccion@diariocambio22.mx

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