• La preservación de la arquitectura moderna en México enfrenta desafíos, pero su revalorización puede impulsar la economía y la cultura.

 

Redacción/CAMBIO 22

A pesar de la existencia de numerosos edificios modernos en México con potencial para ser considerados Patrimonio Mundial, solo tres forman parte de la lista de 35 espacios catalogados así en el país: la Casa Estudio Luis Barragán, el Hospicio Cabañas y el patio central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la importancia de que los inmuebles o elementos naturales sean catalogados radica en el enriquecimiento cultural y su impulso en la construcción de comunidades más inclusivas, innovadoras y resistentes.

“La Unesco está convencida de que ningún desarrollo puede ser sostenible sin un fuerte componente cultural. De hecho, solo un enfoque del desarrollo centrado en el ser humano y basado en el respeto mutuo y el diálogo abierto entre culturas puede conducir a una paz duradera”, dice el organismo.

Su preservación también tiene beneficios económicos. La Unesco señala que las industrias culturales y creativas están entre los sectores del mundo que después del Covid-19 está experimentando un crecimiento más rápido. “Esas industrias generan anualmente ingresos cifrados en 2.25 billones de dólares, crean unos 30 millones de empleos aproximadamente en todo el mundo, y constituyen el sector que más trabajo proporciona a la franja de jóvenes con edades comprendidas entre 15 y 29 años de edad”, puntualiza.

No obstante, en México se han dejado de lado las construcciones que fueron creadas durante el siglo pasado y que pueden ser una oportunidad para incrementar el capital cultural protegido, sobre todo por ser uno de los países referentes en arquitectura moderna.

Durante el Foro Internacional: Casas Modernas de México del Siglo XX, Luis Carlos Zea, especialista en Diversidad y Expresión Cultural de la Unesco, explicó que el principal problema es la poca valorización de estas obras.

“Tenemos un reto importante en revalorizar el patrimonio moderno de México no solo para dar a conocer y difundir una obra, sino para que otras arquitectas y arquitectos entren a esto”, afirmó.

Requisitos para que se consideren Patrimonio Mundial

Para darle un nuevo sentido a estas construcciones, es crucial entender por qué, a pesar de ser obras modernas, pueden ser consideradas de valor excepcional para el mundo.

Conocer los requisitos para ser integradas a la lista de Patrimonio Mundial y cómo estos se aplican a obras construidas en el último siglo es fundamental.

De acuerdo con Luis Carlos Zea, hay tres claves que son cumplidas a cabalidad por La Casa Estudio Luis Barragán, el Hospicio Cabañas y el patio central de la UNAM:

1. Representar una obra maestra del genio creador humano.

2. Exhibir un intercambio de valores humanos, a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, sobre la evolución de la arquitectura o la tecnología, las artes monumentales o el diseño paisajístico.

3. Ser un ejemplo destacado de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustre una o varias etapas significativas de la historia de la humanidad.

Involucramiento de la sociedad civil

El involucramiento de la sociedad civil es crucial. “Prácticamente el 60% de nuestros proyectos son con la sociedad civil. Nuestros proyectos con el gobierno son en menor medida, porque es la sociedad civil quien se envuelve con la comunidad y entiende los elementos de revalorización”, añadió Zea.

Apropiación comunitaria

El colaborador de la Unesco subrayó la importancia de que los vecinos conozcan el valor de los inmuebles en sus comunidades para que participen en su protección y valorización.

Por ejemplo, en 2022, la Unesco, junto a FundarqMx, la alcaldía Miguel Hidalgo y Sherwin-Williams, realizó el concurso “Adopta un Espacio Público” cerca de la Casa Estudio Luis Barragán.

El despacho Tab Arquitectura pintó sobre los escalones de una escalinata cercana, representando las obras del arquitecto con elementos simbólicos como figuras geométricas, caballos y juegos de luces y sombras.

Este tipo de involucramiento refuerza la identidad de las obras y las colonias, ayudando a que las construcciones trasciendan con el tiempo.

Difusión y estrategias digitales

La difusión sigue siendo uno de los mayores retos para dar a conocer la importancia de la arquitectura moderna. Informar sobre los elementos que hacen excepcionales a estas construcciones y su valor histórico es crucial para su conservación.

Algunas estrategias digitales recomendadas por la Unesco incluyen la creación de relatos turísticos inclusivos y plurales, la integración de marketing turístico, la articulación de estrategias de promoción y comunicación, y la adaptación de herramientas digitales en el mismo sentido.

Casas icónicas en riesgo

El problema no es exclusivo de México, por lo que la organización Iconic Houses creó la iniciativa Icons at Risk, en donde busca preservar las casas modernas con arquitectura única, siguiendo los pasos de su red de casas-museo.

“Muchas de las casas modernas más emblemáticas del mundo se están perdiendo debido, en gran medida, a que aún no se las reconoce como patrimonio. Los de la segunda mitad del siglo XX son especialmente vulnerables y carecen de protección legislativa. Necesitamos actuar ahora o corremos el riesgo de perderlos para siempre”, dice el proyecto.

En su lista de 32 inmuebles (existentes) se encuentra la casa Conlon de Juan O’Gorman, en la categoría de obras en riesgo desde diciembre de 2019.

 

 

 

 

 

Fuente: Obras Por Expansión

HTR