• Es el fármaco donanemab que recibió esta tarde la aprobación final de parte de la reguladora FDA. Lo produce el laboratorio Eli Lilly y está destinado al tratamiento temprano de la enfermedad. Propone retrasar los síntomas de la demencia y el declive funcional hasta en un 35%

 

Redacción/ CAMBIO 22

En las últimas horas, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) aprobó el uso de un nuevo medicamento, denominado como donanemab, que ralentiza el avance de la enfermedad de Alzhéimer. Bajo el nombre comercial Kisunla™, este fármaco está destinado a pacientes con un deterioro cognitivo moderado o con demencia leve, para ser administrado en el tratamiento temprano de la patología.

De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo, más de 55 millones de personas viven con demencia, siendo que “la enfermedad de Alzheimer es la forma más común” y “puede contribuir al 60-70% de los casos”, siendo que en 2030 el número de afectados podría aumentar a 78 millones.

El medicamento, desarrollado por la farmacéutica Eli Lilly, “ralentizó el deterioro cognitivo y funcional hasta en un 35% en comparación con placebo a los 18 meses en su estudio fundamental de fase 3 y redujo el riesgo de los participantes de progresar a la siguiente etapa clínica de la enfermedad hasta en un 39%”, señaló el laboratorio en un comunicado de prensa. Vale destacar que este fármaco no cura la patología, sino que ralentiza su progresión.

Al tiempo que se indicó que se trata de la “primera y única terapia dirigida a la placa amiloide que utilizó un régimen de tratamiento de duración limitada basado en la eliminación de la placa amiloide; casi la mitad de los participantes del estudio completaron su tratamiento en 12 meses”. “Las infusiones mensuales de 30 minutos redujeron las placas amiloides en un promedio del 84 % en comparación con el inicio del estudio”, agregó.

Según explicaron desde el laboratorio, este fármaco “ataca las placas amiloides, que se forman por la acumulación de proteínas producidas naturalmente por el cuerpo, que están vinculadas con varias dolencias como Alzhéimer, Parkinson, así como otras enfermedades neurológicas”, ya que “la acumulación excesiva de placas amiloides en el cerebro puede provocar pérdidas de memoria y otros problemas asociados”.

En ese sentido, la doctora B. Joy Snider, profesora de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, explicó a The New York Times que la desaceleración del deterioro “no era una gran diferencia”, pero podría ser significativa en la vida de las personas. Asimismo, quien participó en ensayos de los fármacos y anteriormente se desempeñó como consultora, agregó: “Al menos a nivel de grupo, la eliminación de amiloide se correlaciona con la desaceleración de la progresión de la enfermedad”.

Y agregó: “Desde el punto de vista fisiopatológico, el Alzheimer, que es una enfermedad neurodegenerativa, se caracteriza por la acumulación de placas de beta amiloide y también por la presencia de ovillos neurofibrilares de proteína TAU, que en condiciones normales está en las neuronas y participa en la estabilidad del citoesqueleto, es decir, del esqueleto celular, que está compuesto por proteínas y por agregados proteínicos que se llaman microtúbulos. Esos microtúbulos, además de tener una función estructural, cumplen una función en el transporte de moléculas de un lugar a otro”.

“Algunas personas también pueden tener manchas de sangrado en la superficie o en el interior del cerebro y, con poca frecuencia, pueden aparecer áreas más grandes de sangrado en el cerebro. Aunque la mayoría de las personas no presentan síntomas, algunas personas tienen dolor de cabeza, mareos, náuseas, dificultad para caminar, confusión, cambios en la visión y convulsiones”, detallaron en el comunicado de prensa.

Según se desprende del comunicado, aproximadamente una cuarta parte de los pacientes que recibieron donanemab experimentaron hinchazón o sangrado en el cerebro. Aunque la mayoría de los casos fueron leves o asintomáticos, alrededor del dos por ciento fueron graves.

Por último, desde el laboratorio indicaron que “puede causar reacciones alérgicas graves y reacciones relacionadas con la infusión”, siendo que “los síntomas pueden incluir hinchazón de la cara, labios, boca o párpados, problemas para respirar, urticaria, escalofríos, irritación de la piel, náuseas, vómitos, sudoración, dolor de cabeza o dolor en el pecho”.

Fuente: Infobae

redaccion@diariocambio22.mx

OSM

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