Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 8 de enero.- En un intento inicial por acercar a los productores de campo directamente a los consumidores, el Mercado del Productor fue concebido hace casi dos décadas como un espacio libre de intermediarios. Sin embargo, con el paso de los años, este noble propósito parece haber perdido terreno, dejando solo a unos pocos valientes productores que siguen cumpliendo el ciclo completo de siembra, cosecha y venta de sus productos.

Don Vidal Kú Salazar, uno de los pocos productores que aún persiste en esta lucha, rememoró los primeros días del mercado, cuando la iniciativa atrajo a numerosos campesinos dispuestos a ofrecer sus frescas cosechas directamente a los consumidores. Sin embargo, actualmente, la realidad es menos alentadora.

Uno de los principales obstáculos que enfrenta el Mercado del Productor hoy en día es el aumento de los costos de transporte. Muchos agricultores, debido a estas elevadas tarifas, optan por vender sus productos a intermediarios, conocidos como “coyotes”, quienes a su vez revenden los productos a precios más altos. Esta práctica ha desplazado a los productores locales, quienes se ven obligados a ceder ante la única opción viable que les queda.

Don Vidal señaló que, a pesar de existir espacios asignados en el mercado para que los productores ofrezcan sus productos sin costo alguno, estos están mayormente desocupados. La preferencia de los campesinos por vender a los coyotes ha llevado a que estos espacios, concebidos con la intención de fortalecer la conexión directa entre productores y consumidores, permanezcan subutilizados.

Este fenómeno plantea interrogantes sobre el futuro del Mercado del Productor y si podrá recuperar su propósito inicial de proporcionar un espacio directo para la oferta de productos locales.

 

 

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