Denuncian Nepotismo y Corrupción en Elecciones Ejidales de Juan Sarabia
11 Ago. 2025
Redacción CAMBIO 22
CHETUMAL, 11 de agosto. — Ejidatarios de Juan Sarabia denunciaron que un reducido grupo de poder consumó la imposición de Leonel Cantú Galindo como nuevo comisariado ejidal, en sustitución de su hermano,Lauro Cantú, en lo que califican como un “acto de nepotismo” y una elección amañada.
De acuerdo con los inconformes, la convocatoria fue ocultada hasta pocas horas antes de la votación, lo que impidió el registro de planillas alternas. Únicamente participó la encabezada por Leonel Cantú, cuyo suplente, de apellidos Galindo Haro, es pariente tanto del comisariado saliente como del nuevo, y de Ernesto Haro Gutiérrez, señalado por los ejidatarios como el verdadero operador del ejido.

Haro, agregan, es un ex presidiario acusado de intento de homicidio contra un ejidatario, y a quien acusan de manejar “los hilos” del comisariado para garantizar impunidad y protección a su grupo.
Según las denuncias, en esta estructura también figuran ex funcionarios y políticos priistas como Moisés Pacheco, ex presidente municipal de Othón P. Blanco; Germán Parra, ex funcionario estatal; Rafael Negrete, ex secretario de Sedarpe; y Fidel Guillén Arjona, en cuyo hotel, recuerdan, se encontraron armas y drogas en el pasado.
Los ejidatarios señalan que incluso hubo la complicidad de Paula Huerta Manzanilla, representante de la Procuraduría Agraria, quien habría actuado bajo las órdenes de este grupo.
Los inconformes acusan que este núcleo de poder ha lucrado con el patrimonio ejidal durante años, perpetrando presuntos saqueos, despojos de tierras y ecocidios, como:
Devastación de selva y afectación a vestigios arqueológicos en las inmediaciones del balneario El Chorro, durante la gestión de Marcos Jiménez Potenciano, sucesor de Haro Gutiérrez.
Explotación de bancos de material hasta alcanzar el manto freático, con extracción de grandes volúmenes de piedra cuyas utilidades, afirman, nunca llegaron a los ejidatarios.

Relleno de humedales en el Estero de Chac, así como construcciones no autorizadas de palapas y un muelle en la zona.
Los testimonios apuntan a que las elecciones reproducen viejas prácticas de compra de votos y manipulación, como la entrega de electrodomésticos y beneficios personales, además de registros anticipados de planillas sin convocatoria pública.
“Es la misma fórmula: entrar pobres y salir ricos”, dijeron, recordando que Haro Gutiérrez, al asumir, era taxista y vivía al día, y que al dejar el cargo ya contaba con extensas propiedades, maquinaria y una holgada fortuna.
En contraste, señalaron que en Calderitas las elecciones ejidales se realizaron con transparencia y resultó ganadora la planilla verde, encabezada por Ezequiel Seba Toro, a quien consideran un ejemplo de procesos democráticos, muy distinto a lo ocurrido en Juan Sarabia, que, afirman, “se ha convertido en una mafia ejidal”.
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