Redacción / CAMBIO 22

José María Morelos, 11 de noviembre. –   En José María Morelos, la ciudadanía alza la voz contra la falta de sensibilidad de las autoridades hacia las personas con discapacidad. La reciente instalación de boyas en algunas calles de la cabecera municipal ha generado molestia y preocupación, especialmente entre los mototaxistas y personas con movilidad reducida, quienes aseguran que estas obras dificultan su circulación y ponen en riesgo su seguridad.

Tirso Uc Gamboa, un profesor jubilado y con discapacidad, ha denunciado los peligros que representan estas boyas, ya que le han ocasionado diversos accidentes al intentar cruzarlas. En sus palabras, “el hecho es que ese tipo de topes… no la puedo pasar; tengo que recibir alguna ayuda de alguien… porque si no, tengo que rodear y eso es muy problemático”. La situación se agrava debido a que Uc Gamboa depende de su silla de ruedas para transportarse, enfrentando obstáculos adicionales. Esta dificultad es compartida por muchos otros ciudadanos, quienes, como él, dependen de medios de transporte adaptados o de asistencia para desplazarse.

Los mototaxistas también han expresado su inconformidad debido a los daños que estas boyas ocasionan en sus unidades, señalando que estas estructuras afectan el alineado de sus vehículos e incluso pueden provocar la caída de los pasajeros. Sin embargo, a pesar de las constantes quejas y advertencias, las autoridades municipales han ignorado las demandas de los ciudadanos, mostrando una falta de interés en los efectos negativos de sus decisiones.

La “arquitectura hostil” no solo afecta el tránsito en la vía pública; también se extiende a espacios comerciales y servicios públicos, que en muchos casos no cuentan con las adecuaciones mínimas para personas con discapacidad. El profesor Uc Gamboa subraya que en varios comercios y farmacias no existen rampas de acceso, lo que le dificulta la entrada y salida. Aunque ha encontrado amabilidad en algunos lugares, no todos los establecimientos ofrecen este apoyo, lo cual se convierte en un obstáculo constante para quienes necesitan hacer uso de esos servicios.

El profesor hizo un llamado a las autoridades municipales, a la Dirección de Obras Públicas y a Protección Civil, solicitando una revisión urgente de estas instalaciones para mitigar los riesgos y hacer accesible la infraestructura urbana a todos los habitantes. Además, sugirió que los comercios implementen rampas de acceso adecuadas, pues el número de personas con discapacidad ha aumentado, y sus necesidades deben ser atendidas con empatía y responsabilidad.

Esta situación expone una carencia en la planeación urbana de José María Morelos, donde decisiones aparentemente insignificantes como la instalación de boyas o zanjas en espacios públicos pueden tener un impacto profundo en la vida de personas con movilidad reducida.

 

 

 

 

redaccion.cambio22@gmail.com

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