Del Granero al Olvido: La Agonía del Campo en Quintana Roo
5 Dic. 2024
Redacción/CAMBIO 22
JOSÉ MARÍA MORELOS, 5 de diciembre.- El titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPE), Jorge Aguilar Osorio, realizó una alarmante confesión que evidencia el abandono en que se encuentra el sector primario en Quintana Roo: menos del 1% de lo necesario para la supervivencia alimentaria del estado se produce localmente. En su discurso, plagado de lugares comunes y promesas de cambios, el funcionario reconoció que José María Morelos, antaño considerado “el granero del estado”, ha perdido esta distinción, dejando entrever la inacción de las autoridades para rescatarlo.
En un intento por justificar la carencia de estrategias contundentes, Aguilar Osorio señaló como principal medida de prevención contra el gusano barrenador las casetas fitosanitarias, las cuales, según admitió, no están respaldadas por acciones concretas que garanticen su eficacia. Mientras otros estados, como Chiapas, ya enfrentan este problema con medidas drásticas, Quintana Roo sigue rezagado, confiando en la buena suerte para evitar un brote que podría devastar la ganadería local.
EL ABANDONO DEL “GRANERO DEL ESTADO
José María Morelos, conocido en su momento como el corazón agrícola del estado, vive un declive alarmante. Aunque Aguilar Osorio mencionó la existencia de ranchos ganaderos destacados, como La Ceiba y Santa Lucía, sus éxitos son logros individuales que no reflejan el panorama general del sector. La falta de políticas públicas efectivas para revitalizar la agricultura y la ganadería en el municipio es evidente.
En lugar de asumir responsabilidad, el titular de SEDARPE recurrió a declaraciones grandilocuentes sobre una “nueva visión empresarial” para el campo, dejando entrever que hasta ahora la dependencia había sido poco más que una institución asistencialista. Sin embargo, las propuestas siguen sin traducirse en planes tangibles.
PROMESAS VACÍAS Y LA REALIDAD DEL GUSANO BARRENADOR
El funcionario advirtió sobre el potencial riesgo de que el gusano barrenador afecte al ganado local, calificándolo como un problema de salud pública que podría tener repercusiones internacionales, incluyendo restricciones por parte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Pese a la gravedad de la situación, Aguilar Osorio reconoció que no existen casos en Quintana Roo que justifiquen medidas urgentes, delegando cualquier acción a las autoridades ambientales.
La falta de preparación no solo compromete la salud animal y humana, sino que pone en riesgo la economía ganadera del estado. ¿Por qué esperar a que el problema estalle en lugar de implementar un plan preventivo sólido?
DEPENDENCIA ALIMENTARIA: UN RETO IGNORADO
La declaración más preocupante de Aguilar Osorio fue que Quintana Roo importa prácticamente todos los alimentos que consume, dejando al descubierto la fragilidad de la soberanía alimentaria del estado. Mientras otros estados avanzan en fortalecer sus sectores primarios, en Quintana Roo se depende de lo que producen otros, situación que no solo es insostenible, sino que refleja un claro fracaso en la gestión del sector agropecuario.
UNA VISIÓN SIN ACCIÓN
Aunque el funcionario habló de fortalecer la sinergia con productoras y productores, sus declaraciones resultaron ambiguas y desconectadas de la realidad que enfrentan las comunidades rurales. Prometió apoyar proyectos para el próximo año, pero ¿qué pasa con las necesidades inmediatas? La agricultura y la ganadería en Quintana Roo no pueden esperar a que las “nuevas directrices” de SEDARPE tomen forma.
UN LLAMADO A LA RESPONSABILIDAD
Es urgente que las autoridades asuman su papel con seriedad y dejen de recurrir a discursos vacíos. La crisis del campo en Quintana Roo exige estrategias claras, recursos inmediatos y una verdadera voluntad política para recuperar la autosuficiencia alimentaria y rescatar el legado de municipios como José María Morelos.
Las palabras de Jorge Aguilar Osorio dejan un sabor amargo: mucha retórica y poca acción. ¿Cuánto tiempo más esperarán las autoridades para actuar? El campo quintanarroense no puede seguir siendo víctima de la negligencia.
redaccionqroo@diariocambio22.mx
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