Defensoras de Quintana Roo Denuncian Violencia Institucional

• Exigen protección real en su día internacional.

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 29 de noviembre. – En el marco del Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos, la Red Feminista Quintanarroense y más de veinte colectivas del estado emitieron un posicionamiento contundente en el que exigen a los gobiernos federal, estatal y municipales garantías reales para ejercer su labor. En su mensaje, difundido junto con un mosaico de organizaciones firmantes, las defensoras afirman que su trabajo —proteger la vida, la dignidad y los territorios— continúa siendo criminalizado, estigmatizado y atacado desde múltiples frentes, incluso desde instituciones públicas que deberían resguardar sus derechos.

El pronunciamiento denuncia que madres buscadoras, mujeres indígenas, activistas contra la violencia vicaria, defensoras comunitarias y sobrevivientes de violencia machista enfrentan diariamente riesgos que deberían recaer en el Estado. En cambio, afirman, se topan con omisiones, negligencia, discursos oficiales que no se traducen en acciones y un aparato gubernamental que, en ocasiones, se convierte en parte del problema: “La simulación, la impunidad y la falta de respuesta institucional también son formas de violencia”, señalan.

Entre las principales exigencias destacan el cese a la criminalización de su labor, el reconocimiento público de su legitimidad como defensoras, mecanismos reales de protección con perspectiva de género y la creación de políticas públicas que atiendan las causas estructurales de la violencia, la desigualdad y la discriminación. Asimismo, demandan acceso pleno a la justicia y participación efectiva en la toma de decisiones que afectan sus comunidades, cuerpos y territorios.

Las colectivas señalan la urgencia de proteger el derecho a la protesta, la libertad de expresión y la búsqueda de personas desaparecidas. Madres buscadoras que firman el documento denuncian que cada día salen a buscar a sus hijas e hijos sin garantías de seguridad, recorriendo zonas de riesgo que deberían estar resguardadas por las autoridades: “Nuestra voz incomoda, pero también transforma”, afirman sobrevivientes de violencia vicaria.

Finalmente, las defensoras reiteran que su labor no es un delito, sino un deber ético y un acto de supervivencia en un estado donde la violencia feminicida, la impunidad y la corrupción siguen cobrando vidas. Bajo la consigna #HastaQueLaDignidadSeHagaCostumbre, llaman a la sociedad a reconocer su lucha y a exigir junto a ellas un futuro digno para todas las mujeres y niñas de Quintana Roo.

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