De Protestas y Otras Cosas…

Así Nos Vemos

Edgar Pérez/CAMBIO 22

En las últimas semanas, concretamente durante los 18 días del mes de Septiembre, las cosas no están pintando bien. Hay un clamor de voces generalizado, hay gritos, estridencia, enojo, molestia y lo están dejando de lado, no le están prestando importancia y eso al final del día es malo. La gente tiene todo el derecho de manifestarse, la ley les confirió ese beneficio y muchos grupos al no sentir que sus asuntos son tomados en cuenta, lo ven como un recurso válido y de efectividad inmediata.

Hace algunas semanas la euforia de los ejidatarios se traducía muy rápido en enojo y al no pagarles a tiempo o por algún adeudo rezagado  cerraban carreteras,  obstaculizaban el tráfico vehicular, lo cual generaba pérdidas de tiempo, enojo, encono. Había gente que perdía las conexiones de sus vuelos, otros llegaban tarde al trabajo, otros nunca llegaban a sus consultas o trámites, otros tenían urgencias por citas médicas, en fin un rosario de complicaciones que afectaba a la sociedad.  La gente ya tiene más argumentos, más armas y el gobierno como todos los gobiernos su gran temor es el alzamiento popular, la inconformidad creciente, el disgusto y el no respeto a las leyes.

La gente ya le tomó la medida al gobierno, gritan para que les hagan caso, cierran calles para que nos resuelvan, lo cierto es que pagan justos por pecadores y esto contribuye a que otro sector de la sociedad empieza a manifestar su solidaridad con los desposeídos, con los directamente afectados.

Urge una política más cercana al pueblo, más atención aunque esto trastoque los planes, los modifique, deben recordar que la “política es el arte de saber negociar”. Se le está cargando en exceso la mano a Cristina Torres, la secretaria de Gobierno, es una mujer eficaz, cumplidora, capaz, inteligente, sin perfil de protagonismo y eso le ha permitido hasta ahora destrabar todos estos pequeños problemas y desviar esos violentos vientos que amenazaban con volverse tormentas.

Ayudaría mucho un jalón de orejas al gabinete, que los del primer círculo dejen de pensar en Cancún y se avoquen a atender sus encargos con responsabilidad, eficacia y mantengan políticas de puertas abiertas. Que no le teman a los reclamos, insultos, injurias ya que es parte del trabajo, es la balanza del poder. Eso eficientizaría las labores y descargaría muchas desatenciones que se les atribuyen. Urge que salgan a los municipios, que den audiencias a los beneficiarios o suscriptores de sus programas, que resuelvan sobre la marcha. En ocasiones las respuestas son tan simples pero se niegan a pronunciarlas, deben demostrar que por algo la Gobernadora les depositó su confianza, cumplir con lo prometido al principio de la administración “ser funcionarios de territorio y no de escritorio”.

Daré algunos ejemplos en el ICAT, están detenidos los cursos desde hace un par de meses, no hay programado nada para el resto del año hasta el otro. De qué sirve tanta inversión federal, estatal y municipal si las instancias encargadas de atender, capacitar preparar a las personas están durmiendo el sueño de los justos. Es solamente un reflejo, una pequeña muestra de la fuga de los presupuestos, un Instituto donde todo el personal está vegetando gastándose el dinero destinado a los cursos, ahhh pero su flamante titular quiso ser beneficiado con alguna candidatura y como no le dieron nada, regresó al ICAT a invernar; urge que se investigue está situación y no se permitan estas situaciones . Otro dato en CAPA hace poco cambiaron al titular, pregúntese usted a quién pusieron? Es alguien que conoce la problemática? Es alguien que representa a la población? Acaso el personal de los diferentes municipios lo recomendaron?  Es un perfecto desconocido que se vino a sumar a ese enorme y anquilosado aparato burocrático, no han entendido la importancia, el alto impacto de sus dependencias.  Por ello la gente se enoja, son buenos para cobrar pero malos para reparar, hay municipios como estos de la Zona Maya que es un viacrucis tener agua, siempre falla, no llega, no hay presión y se escudan echándole la culpa a otro elefante a la CFE, Así como cree usted que la gente no esté molesta .

Nuestros políticos han adoptado la “política del avestruz”, la recién estrenada Legislatura local fue recibida con recordatorios maternos, con gritos, con reclamos y con huevazos en las carrocerías de sus autos. Todos entraron así, ocultos, guardados, qué necesidad. No recuerdan que son representantes populares? No acaban de comprometerse en campaña de atender los reclamos? Esa fugaz e imaginaria línea divisoria entre tropa, plebe, pueblo y autoridad ha sido violentada, sienten que están en el paraíso, más allá del “huevo tibio”, tienen servidumbre, vehículos, gasolina, salarios onerosos y además se ufanan de ser influyentes, hágame usted el patriótico favor, incluya a Filiberto Martínez, le apodan la glorieta, ya que apenas lo ven, la gente lo rodea para darle la vuelta. Es el precio de sus pecados. Yensunni informó en un lugar retirado y lejos del pueblo, solo con parte del personal del Ayuntamiento, olvidó que el informe es a la ciudadanía no a su personal, por eso a Chetumal no le pronostica que vendrán “tiempos mejores”, no lo cree usted?

Mejor seguiré caminando y cantando “qué te hizo ese poder, que te tiene tan engreído querido amigo. Querido amigo, yo no sé que voy a hacer”…

redaccionqroo@cambio22.mx

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