• Un haz de luz, un látigo dorado desprendido del sol, como si fuera una premonición, alumbró el camino que conducía directamente a la cabaña donde nació aquel pequeño mestizo —mitad nativo americano y mitad europeo— al cobijo de la tribu Sac y Fox, de Oklahoma. Fue nombrado Wa-Tho-Huk (“Sendero Luminoso” en lengua kikapú), pero lo bautizaron como Jacubus Franciscus y en los anales de la historia su nombre se imprimió como Jim Thorpe.

 

 

Redacción/ CAMBIO22

Jim Thorpe, estadounidense indígena de América del Norte, nació a fines de la década de 1880 en la nación Sac y Fox en el territorio de Oklahoma, sin que se sepa la fecha exacta de su natalicio. El presidente Biden entregó la Medalla de la Libertad a la nieta de Thorpe y calificó a Thorpe de ser “un campeón único en su clase”.

Después de perder a sus padres y a su hermano gemelo siendo un niño, Thorpe pasó gran parte de su juventud cazando en el territorio de Oklahoma (que se hizo parte del estado de Oklahoma en 1907) y desarrolló dotes atléticas excepcionales. Creció siendo excelente en el fútbol americano, béisbol, hockey, lacrosse e incluso en bailes de salón. Pero fue su éxito en el atletismo por lo que es más recordado.

Fue el primer indígena estadounidense en ganar una medalla en las Olimpiadas (1912). De hecho ganó dos, tanto en pentatlón como en decatlón, con amplios márgenes. El récord olímpico que estableció en la carrera de 100 metros no fue mejorado hasta 1948. (Sus medallas olímpicas le fueron anuladas menos de un año después de haberlas ganado porque entre 1909 y 1910 había sido jugador profesional en un equipo de las ligas menores de béisbol, lo que violaba los reglamentos olímpicos de la época. Las medallas le fueron restauradas luego de su muerte).

Siendo estudiante en un colegio universitario jugó fútbol americano para la Academia Militar de Estados Unidos en West Point, donde Dwight D. Eisenhower, que llegaría a ser el 34 presidente de Estados Unidos, jugó contra Thorpe.

Thorpe marcó una anotación de 92 yardas, pero no fue tomado en cuenta debido a la falta cometida por uno de sus compañeros de equipo. Sin ofuscarse, Thorpe hizo una anotación de 97 yardas en la siguiente jugada. West Point perdió, pero Eisenhower recordó a Thorpe el resto de su vida.

Biden le dijo a la nieta de Thorpe que él mismo creció escuchando a su abuelo hablar de Thorpe “todo el tiempo”.

Además de sus proezas atléticas Thorpe también fue el primer presidente de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y actuó en una variedad de películas en Hollywood, aunque no llegaría a alcanzar un gran éxito en el cine. Estaba muy orgulloso de haber prestado servicio en la Marina Mercante durante la Segunda Guerra Mundial. Thorpe falleció en 1953.

El deporte puede colocar a una persona en lo más alto del mundo, pero de la noche a la mañana lo puede dejar en el olvido. Es la historia de un deportista que fue considerado como el más grande del mundo, o al menos de Estados Unidos, pero que después de retirarse del deporte de élite terminó sufriendo para poder salir adelante. Se dice que terminó trabajando como cavador de zanjas para poder vivir. 

 

 

 

 

Fuente: El Heraldo

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