El ala cerrada afroamericano con sangre mexicana forjó su destino entre el calor del Caribe y los campos sintéticos del futbol infantil en México, y hoy es una promesa del Draft 2025

 

 

Redacción/CAMBIO 22  

Durante seis años, los fines de semana de Elijah Arroyo no olían a costillas asadas al carbón con salsa barbecue en el patio trasero de un suburbio texano. Olían al mar. A la humedad de Caribe. A caucho de campo sintético al borde del bulevar Luis Donaldo Colosio, donde los Troyanos de Cancún tejían jugadas con más pasión que precisión, y en donde tomó el casco y las hombreras para empezar a soñar con llegar a la NFL.

Allí, en una tierra de calor, arena, un niño afroamericano con sangre mexicana aprendió a correr rutas cruzadas, a leer coberturas y a soñar en dos idiomas. Elijah Arroyo, hoy uno de los alas cerradas más cotizado del Draft 2025 de la NFL, empezó su carrera en un contexto improbable: el futbol americano infantil de México.

Elijah Arroyo, acarrando el balón durante su paso con los Troyanos de Cancún.

Cuando tenía seis años, la vida lo puso en Cancún. No de vacaciones como pasa con miles de niños estadunidenses, sino a vivir. Su padre fue enviado al sur del río Bravo por una cuestión laboral y Elijah sólo pidió seguir jugando futbol americano para poder adaptarse a su nuevo hogar. Jugó seis años con los Troyanos de Cancún. Aprendió rutas y coberturas en un idioma que apenas dominaba, pero que le sirvió para socializar en un lugar donde en ese momento era un desconocido.

Siento que el futbol americano en México creció mucho durante mis años allí. Primero aprendí el juego en español, lo cual fue genial, y luego regresé y me di cuenta de lo similares que eran las cosas. Sigue siendo el mismo deporte, sigue siendo futbol americano”, declaró durante el Pro Day de los Hurricanes de Miami.

Imagen intermedia

El primer “cruce corto” lo memorizó sin saber conjugar verbos, reconoció en una entrevista publicada por la Universidad de Miami.

En Cancún, muchas veces bajo el sol de plomo, entendió que el futbol americano no necesita traducción, sino pasión.

Cuando su familia se mudó de nuevo a Texas mientras él estaba en la  secundaria, Arroyo se encontró compitiendo contra oponentes más grandes, más fuertes y más pulidos mientras aprendía los libros de jugadas en inglés.

Rising Tight End Prospect Elijah Arroyo: Colts' Draft Focus for 2025 ...

El futbol americano, en cualquier idioma, sigue siendo un juego de choques, tiempos, decisiones milimétricas. Y aunque al principio Elijah se sintió intimidado por el tamaño de los linieros rivales o la velocidad del juego colegial Elijah se fue adaptando a los nuevos desafíos al igual que lo hizo de niño cuando llegó a México.

Después vino lo esperado: la preparatoria, el colegial, una fuerte lesión, un regreso y su mejor año con el programa de la Universidad de Miami que lo catapultó a ser considerado como una estrella naciente de la NFL.

SANGRE MEXICANA Y UN FUTURO BRILLANTE

Elijah tiene ascendencia de nuestro país por parte de su padre. Se proyecta que el mexicano de 1,93 m y 113 kg sea seleccionado en rondas intermedias del Draft de la NFL que comienza hoy.

 

 

Fuente: Adrenalina

redaccionqroo@diariocambio22.mx

MRM-MAR

 

 

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