Redacción/ CAMBIO22

CANCÚN, QRoo, 28 de diciembre de 2024.- Una familia en situación vulnerable enfrenta el impacto devastador de un ataque armado ocurrido en la Región 240, en el municipio de Benito Juárez. Jesús Córdoba G., un joven de aproximadamente 22 años que trabajaba como obrero, perdió la vida al ser víctima colateral de un atentado dirigido contra otra persona identificada como “El Trascabo”.

Los hechos ocurrieron en la manzana 15 de la citada región, cuando sujetos armados irrumpieron en un domicilio y abrieron fuego, dejando como saldo dos hombres heridos de gravedad. Ambos fueron trasladados al Hospital General Jesús Kumate Rodríguez, donde poco después se confirmó su fallecimiento. Jesús Córdoba, quien no era el objetivo del ataque, murió tras recibir impactos de bala mientras convivía con amigos cerca del lugar.

Violencia sin respuestas

El ataque, presuntamente relacionado con conflictos entre grupos delictivos en la delegación Alfredo V. Bonfil, movilizó a las autoridades policiales, quienes hasta el momento no han logrado detener a los responsables. Según información extraoficial, “El Trascabo”, el blanco principal del ataque, habría tenido enfrentamientos previos con miembros de un grupo criminal.

La familia de Jesús Córdoba se enfrenta no solo al dolor de su pérdida, sino también a las dificultades económicas para trasladar su cuerpo a su estado natal y darle sepultura. El joven, descrito como un trabajador honesto y dedicado, regresaba a casa tras su jornada laboral cuando se vio atrapado en este acto de violencia.

Cómo estos casos son varios sin que las autoridades policiales hagan algo para bajar los números y registros de incidencias delictivas en Cancún. Residentes y vecinos han pedido a las autoridades redoblar esfuerzos para esclarecer el crimen y frenar la creciente ola de violencia en la región.

La tragedia pone de manifiesto el impacto de la delincuencia organizada en las familias más vulnerables, quienes quedan atrapadas en el fuego cruzado de conflictos ajenos. Mientras tanto, la comunidad de Cancún lamenta otra pérdida que refleja la creciente inseguridad en la ciudad. Jesús Córdoba, un joven con sueños truncados, es ahora un símbolo del daño colateral que cobra vidas inocentes. Las investigaciones continúan, aunque las respuestas para una familia destrozada parecen lejanas.

 

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

LRE

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