Redacción/ CAMBIO 22

Doña Cuquita, viuda de Vicente Fernández, asegura sentir la presencia del fallecido cantante en el Rancho de los Tres Potrillos, donde solían vivir juntos. María del Refugio Abarca Villaseñor, de 77 años, reveló en una entrevista en Los Ángeles que experimenta las visitas de Vicente Fernández en forma de sensaciones y en el comportamiento de sus perros.

Según doña Cuquita, los perros del rancho comienzan a ladrar sin motivo aparente durante las noches, lo que ella interpreta como la presencia espiritual de su difunto esposo. Aunque no mantiene conversaciones con el espíritu de Vicente Fernández, doña Cuquita siente su cercanía y asegura que su única forma de comunicación es a través de la oración.

Cuquita asegura Vicente Fernández la visita en sus perros.

La viuda de Vicente Fernández también compartió que ella misma visita con regularidad la tumba del cantante. A pesar del dolor por la partida de su esposo, encuentra consuelo en mantener viva su memoria y en el afecto que los fans continúan mostrando hacia él. El Rancho de los Tres Potrillos se ha convertido en un lugar de peregrinación para los seguidores del icónico cantante, quienes suelen dejar flores y otros obsequios en su tumba como muestra de cariño y admiración.

El fallecimiento de Vicente Fernández a los 81 años dejó un vacío en la vida de su esposa y en el corazón de sus fans, quienes siguen recordando y honrando su legado artístico y humano. Aunque físicamente ya no esté presente, su influencia perdura en la memoria de aquellos que lo amaron y admiraron.

Para doña Cuquita, sentir la presencia de Vicente Fernández en el Rancho de los Tres Potrillos es una forma de mantener viva su conexión espiritual y emocional con el hombre que fue su compañero de vida durante casi seis décadas.

Las historias de encuentros espirituales como la de doña Cuquita son comunes entre aquellos que han perdido a seres queridos, y sirven como un recordatorio de que el amor y el vínculo emocional trascienden la vida terrenal. En el caso de la viuda de Vicente Fernández, estas visitas espirituales son una manifestación del amor y la conexión que perduran más allá de la muerte.

Fuente: La Sirena

redaccionqroo@cambio22.mx

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