► El mensaje detrás de esta iniciativa representa una preocupante renuncia del Estado a su deber de combatir la violencia, la inseguridad y el crimen organizado que aqueja a Quintana Roo.

 

Ricardo Jesús Rivas/CAMBIO 22

CHETUMAL, 22 de marzo. – La Red Feminista Quintanarroense cuestionó duramente la reciente campaña publicitaria “L@s niñ@s no se rompen” impulsada por el Gobierno del Estado, al señalar que el mensaje detrás de esta iniciativa representa una preocupante renuncia del Estado a su deber de combatir la violencia, la inseguridad y el crimen organizado que aqueja a Quintana Roo.

Los activistas señalaron que dicha campaña, lejos de fortalecer el compromiso institucional con la seguridad de niñas, niños y adolescentes, parece trasladar la responsabilidad al núcleo familiar, en un contexto donde las instituciones públicas fallaron en garantizar entornos seguros. “El mensaje implícito es que el Estado ya no puede hacer nada frente a la delincuencia”, denunció la Red. Cuestionaron también que el gobierno encabezado por Mara Lezama, que cuenta con una Secretaría de Seguridad Ciudadana y un alto presupuesto en el rubro, no asuma su responsabilidad frente al aumento de delitos de alto impacto.

La campaña también produjo críticas por su trivialización del problema del narcotráfico. “¿Las adicciones se escuchan?”, ironizan desde la Red Feminista, subrayando la falta de coherencia en una campaña que no ofrece soluciones reales ni respuestas frente a la creciente presencia del crimen organizado en la entidad. “¿Ya no habrá combate a los cárteles?”, preguntaron, ante la percepción de una estrategia oficial que privilegia el discurso sobre la acción concreta.

Desde la perspectiva feminista, otro de los problemas con la campaña es la desconexión con la realidad laboral de muchas familias. “¿A qué hora se supone que las madres y padres deben asumir esta nueva responsabilidad si están trabajando todo el día?”, señaló. Las críticas apuntaron especialmente a las mujeres que, además de cuidar a sus hijas e hijos, enfrentan condiciones laborales precarias y extensas jornadas sin acceso a servicios de cuidado infantil, especialmente tras la desaparición de las estancias infantiles por parte del gobierno federal.

La Red Feminista también recordó que son las mujeres quienes mayoritariamente llevan la carga de protección en el hogar, en un país donde los padres ausentes y la falta de apoyos gubernamentales agravan la situación. “Hay madres que tienen que dejar a sus hijas e hijos solos para salir a trabajar”, ​​denunciaron. La campaña, dijeron, ignora este contexto de desigualdad y vulnerabilidad, donde miles de familias sobreviven con dificultades cotidianas.

Otro aspecto destacado por la Red es que no se trata solo de “escuchar o abrazar” a niñas y niños, sino de garantizarles entornos seguros. “No basta con estar presente si afuera hay balas perdidas, si no se combate la trata de personas o si la salud mental no se atiende con políticas públicas eficaces”, alertaron.

El contexto de violencia extrema que vive Quintana Roo, especialmente contra mujeres, hace aún más grave el tono de la campaña. La Red Feminista recalcó que niñas, adolescentes y mujeres de todas las edades están expuestas a delitos como la trata, el feminicidio, el abuso sexual y otras formas de violencia, sin importar si “en casa las escuchan o no”. Lo que está fallando, dijeron, es el Estado y su capacidad de protegerlas.

Para las colectivas feministas, esta campaña representa una peligrosa normalización de la violencia. “Es un mensaje que encubre la omisión gubernamental con frases emotivas pero vacías. Como sociedad, no debemos aceptar campañas que deslindan de responsabilidades al gobierno”, concluyeron.

Finalmente, hicieron un llamado a la ciudadanía para no permitir que la narrativa oficial se transforme en obligación individual lo que debería ser política pública efectiva. “El derecho a la seguridad no se negocia ni se delega. Es deber del Estado garantizarlo”, advirtieron.

 

redaccion@diariocambio22.mx

JFCB

 

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