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• Cinco siglos después de su muerte, Cuauhtémoc continúa siendo un emblema del valor y la defensa de la identidad indígena.

 

Redacción / CAMBIO 22

A 500 años de la muerte de Cuauhtémoc, el último tlatoani mexica, que se cumplirán el 28 de febrero de 2025, su figura es la del héroe y el mito que alimenta el concepto de la resistencia hasta sus últimas consecuencias.

Así lo dicen a Excélsior el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, Premio Princesa de Asturias 2022, y el historiador Salvador Rueda Smithers, quienes hablan de la construcción y el legado de este personaje.

 

 

El primero en hablar es Matos. “Se debe considerar que este joven fue elegido para tomar las riendas de Tenochtitlan y Tlatelolco en circunstancias muy difíciles”.

“Estaban en plenos combates, acababa de morir Cuitláhuac, por viruelas, y antes había fallecido Moctezuma, así que no era una situación fácil. Sin embargo, enfrentó el desafío y se convirtió en una figura para los mexicas, porque nunca se rindió, aunque en varias ocasiones Hernán Cortés le ofreció que depusiera las armas”.

¿Cómo fue capturado?, se pregunta a Matos. Lo comenta Bernal Díaz del Castillo en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Él relata que cuando la defensa ya era imposible, tomó una canoa en el lago para escapar con su familia y allí fue capturado por uno de los bergantines que comandaba García Holguín.

 

 

“Lo detienen y lo llevan ante Cortés, donde el tlatoani, sin mayor preámbulo, le dijo: ‘Mira, he hecho lo posible en defensa de mi ciudad y ya no puedo más, he sido traído ante tu presencia y, por tanto, toma el puñal que tienes en el cinto y mátame con él’”.

Estas palabras, pronunciadas en náhuatl, las tradujo la Malinche al maya y Jerónimo de Aguilar las trasladó al español, pero no significaron una rendición, sino la exigencia de ser sacrificado como correspondía a todo guerrero mexica capturado en combate.

“Él sabe que su destino era ir al sacrificio para acompañar al sol, como lo indicaban sus creencias. Pero Cortés no entendió nada y le perdona la vida, aunque después, al volver de Las Hibueras (hoy Honduras) le hace un juicio sumario, lo condena por una supuesta conspiración y lo manda a ahorcar, junto con Tetlepanquetzal, señor de Tacuba”.

Aquel juicio ocurrió en algún sitio de Campeche y Tabasco. “Y a partir de ese momento ya no hay información fehaciente de qué ocurrió con los cuerpos, aunque han surgido ideas de que pudo ser en Campeche, por el río Candelaria, pero hasta ahora no se ha podido precisar eso”.

 

 

¿Realmente ocurrió el tormento de Cuauhtémoc? “En efecto, se llevó a cabo el tormento (una vez capturado), sobre todo en los pies, y parece ser que el sistema que usaba la Inquisición era untarlo con aceite para que el fuego durara más”.

“Así que Cuauhtémoc quedó afectado y, por tanto, debieron trasladarlo en algún soporte (a Las Hibueras)”.

Un dato a destacar, dice Matos, es que Díaz del Castillo, que iba en la expedición,  mostró su inconformidad ante aquella ejecución.

Finalmente, Matos refiere la polémica que despertó, en 1946, el hallazgo de los supuestos restos óseos de Cuauhtémoc, en Ixcateopan, Guerrero, por la investigadora Eulalia Guzmán.

 

 

“Como se sabe, tres comisiones coincidieron en que (aquellos restos) pertenecen a ocho individuos, que la parte del cráneo es femenina y que los documentos eran apócrifos”.

 

Héroe Nacional

El historiador Salvador Rueda Smithers también habla sobre el origen de este personaje,  que define como un joven cargado de símbolos de resistencia y nacionalidad.

“Esto inicia en la segunda mitad del siglo XIX y corresponde al periodo en donde la lucha y la resistencia contra el invasor es importante para el mexicano, en especial contra norteamericanos y franceses”.

Además, indica que fue en el porfiriato cuando empezó a construirse su perfil como héroe nacional.

 

 

“Ése es el Cuauhtémoc que usted y yo heredamos: el primer héroe de nuestra historia, quien resistió la guerra hasta el final”.

¿Por qué ha sobrevivido en la memoria la idea de los restos óseos de este personaje en Ixcateopan?, se le pregunta a Rueda Smithers.

“Eso fue hace 50 años y entra en el panorama de lo histórico. Yo te podría decir que, desde el punto de vista científico, no hay ninguna prueba de que los restos hallados en Ixcateopan correspondan a Cuauhtémoc”.

 

 

“Ni siquiera tendría que haber una relación, ni genealógica, con el personaje real, pero con el personaje heroico sí, y por eso fue tan eficaz”.

“Y aunque podría decirse que Pakal es el personaje más antiguo de todos, no es tan cercano a nosotros ni tiene una historia de resistencia al invasor como Cuauhtémoc, a quien le dieron ese halo nacionalista y se convirtió en nuestro primer héroe”, concluye.

 

 

 

Fuente: Excelsior

redaccion@diariocambio22.mx

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