• Necesariamente Incómoda

 

Graciela Machuca Martínez / CAMBIO 22

En la Zona Maya nacieron y/o viven mujeres que a lo largo de su vida han contribuido al desarrollo de la comunidad, sin esperar algún reconocimiento o en busca de un puesto de elección popular para tener salarios millonarios, sino porque tienen vocación de servicio, incluso, hacen trabajo por el bien de la comunidad sacrificando su vida personal y familiar.

Su vocación de servicio no tiene partido político ni pertenecen a alguna de esas camarillas que se conforman en los ámbitos políticos y económicos para cuidarse las espaldas unos a otros, estas mujeres, simplemente decidieron contribuir al desarrollo de la Zona Maya y de Quintana Roo con sus aportes personales y profesionales

María Concepción Dzul Poot

Un ejemplo de este tipo de personas es la profesora María Concepción Dzul Poot, originaria de Ticum, Yucatán, hablante de la lengua maya y portadora con orgullo del hipil. Empezó trabajando como promotora en las comunidades de Saban y Laguna Kana.

Posteriormente, realizó sus estudios en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio de Mérida.

Hizo un recorrido por varios internados del país para aprender el funcionamiento de este tipo de planteles y así prestar sus servicios en el que existía en esa época en Felipe Carrillo Puerto. Años después le asignaron una Dirección en la comunidad de Chan Chen Palmar, en la zona marginada de Cancún.

En esa época gana la supervisión en la cual funge hasta el día de hoy con 56 años de edad y con más de 40 años de servicio en la educación.

Durante su trayectoria y por pelear sus derechos sufrió castigos y fue enviada a lugares de Oaxaca y Chiapas. Siempre ha sido defensora de los derechos de los trabajadores por lo que siendo supervisora fue secretaria general de la Sección 25 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Por cuestiones del destino quedó viuda y se encargó de crecer y educar a su hija, quien es licenciada en Educación Preescolar.

Wilma Guadalupe Pérez Cauich

Otro caso a destacar es el de Wilma Guadalupe Pérez Cauich, mujer emprendedora, investigadora dedicada a la docencia, educadora de profesión y vocación, madre luchadora y excelente amiga; destacada colaboradora en diferentes instituciones siempre en pro de los grupos vulnerables.

Nació en el municipio de Felipe Carrillo Puerto en un hogar humilde, pero con mucho amor, de padre chiclero, perecido en el doloroso huracán Janet, pero con una madre valiosa que trabajó como cocinera en los campamentos chicleros. Su empeño personal y familiar la llevó a ser ahora doctora en educación y se ha desempeñado como jefa del Sector de Educación Preescolar 03.

Nayeli Hernandez

Un caso excepcional es el de la pesista Nayeli Hernandez, quien es la primera mujer en darle a Felipe Carrillo Puerto una medalla de oro a nivel nacional por su actividad deportiva.

Su trabajo como instructora de halterofelia le ha permitido seguir trayendo a Quintana Roo más medallas de nivel nacional y a Felipe Carrillo Puerto, lo ha colocado dentro de uno de los primeros lugares a nivel estatal.

En el año 2022, fue galardonada por la mejor trayectoria deportiva como entrenadora.

Impuso el récord de llevar al municipio de Felipe Carrillo Puerto, 60 medallas deportivas a nivel estatal.

En agosto de 2024, la entrenadora Nayeli Hernández, dio a conocer la incorporación de seis de sus alumnos de Felipe Carrillo Puerto al Centro Estatal de Alto Rendimiento en la ciudad de Chetumal, donde buscarán ser parte de la selección de Quintana Roo en futuras competencias, sin antes mencionar que también contarán con la presencia de Víctor Güemez, multimedallista de Nacionales CONADE y medallista de los Juegos Paranamericanos de Santiago de Chile; Jesús Xool Pech multimedallista de nacionales CONADE y; Zaid Torres Alcocer, medallista de los nacionales CONADE 2024.

Abelia Santos Tuz

Otra mujer maya que se merece un gran reconocimiento del municipio de Felipe Carrillo Puerto y de todo Quintana Roo es Abelia Santos Tuz, con más de seis décadas de vida.

Al menos, durante los últimos años viaja desde Yaxley a vender sus productos como ibes, calabazas, chile molido, pepita molida, dulce de yuca, chile habanero, tamarindo, frijol, miel, rábanos, cilantro, achiote, hojas de plátano para tamales, masa, entre otros productos que su marido Jorge Cauich y de oficio campesino produce.

La pareja tiene tres hijos y una hija. El mayor estudió en el Tecnológico Superior de Felipe Carrillo Puerto, uno más realizó su bachillerato en el CBTIS, los otros dos siguen estudiando.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

KXL/RCM

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