Cuando la Ciudadanía Despierta

Candy Raygoza / CAMBIO 22

La política en México enfrenta uno de sus momentos más complejos. Durante décadas, el desencanto ha crecido. Las promesas incumplidas, el uso faccioso de los recursos públicos, las estructuras partidistas alejadas de las necesidades reales de la población, han generado una fractura visible entre ciudadanía e instituciones. La gente dejó de confiar. La participación electoral disminuye, no por apatía, sino por una decepción acumulada.

El país no atraviesa solamente una crisis política. Lo que se ha erosionado es la relación entre el poder y el pueblo. La credibilidad se desplomó. El voto ya no se siente como una herramienta de cambio, sino como un acto simbólico que muchas personas viven con frustración.

Sin embargo, incluso en medio de este panorama, surgen movimientos que intentan recuperar el sentido democrático de la organización política. No como imposición vertical, sino como posibilidad ciudadana.

28 organizaciones buscan convertirse en partido político nacional

Este 2025, el Instituto Nacional Electoral recibió 28 solicitudes formales de agrupaciones civiles que aspiran a constituirse como partidos políticos nacionales. Esta cifra es significativa: revela que hay sectores que, pese al hartazgo generalizado, están dispuestos a reconstruir desde abajo el vínculo político con la sociedad.

Entre las organizaciones que han logrado mayor visibilidad destacan:

Somos México (antes Frente Cívico Nacional), liderado por Guadalupe Acosta Naranjo, Carlos Navarrete, Emilio Álvarez Icaza, Beatriz Pagés, Cecilia Soto y Edmundo Jacobo. Su propuesta es ciudadana, plural, institucional y firme frente a cualquier expresión autoritaria. Promueven una política transparente, con contrapesos, ética pública y respeto a los derechos humanos.

Movimiento Viva México, encabezado por Eduardo Verástegui, promueve una agenda ultraconservadora, centrada en la moral cristiana, el combate al aborto y el rechazo a la diversidad sexual. Sus referentes ideológicos son internacionales y de derecha radical.

México Republicano, impulsado por Juan Iván Peña Neder, plantea un nacionalismo conservador, con una visión moralizante y una fuerte crítica al progresismo. Sus vínculos con grupos extremistas generan inquietud en diversos sectores.

Construyendo Solidaridad y Paz, dirigido por Armando González Escoto y Hugo Eric Flores Cervantes, busca recuperar la llamada “agenda cristiana” desde una perspectiva de pacificación social y valores comunitarios. Deriva del antiguo PES y mantiene vínculos con estructuras evangélicas.

México Nuevo, Paz y Futuro, promovido por el exgobernador Ulises Ruiz, representa un intento de reconfigurar el priismo regional con aspiraciones nacionales, desde un discurso de orden y reestructuración institucional.

Además de estas cinco agrupaciones, hay otras 23 solicitudes en proceso, promovidas por redes comunitarias, movimientos indígenas, colectivos feministas, organizaciones provida y exmilitantes de partidos tradicionales. Muchas de ellas aún no han logrado avances formales, pero representan expresiones importantes del pluralismo político emergente.

El INE exige para cada organización la realización de 200 asambleas distritales con al menos 300 asistentes, o 20 asambleas estatales con 3 000 participantes, además de reunir alrededor de 256 000 afiliaciones validadas. Hasta la fecha, únicamente Somos México y Construyendo Solidaridad y Paz han logrado avances considerables en este proceso.

Chetumal participa activamente en este proceso democrático

Este domingo 27 de julio, se llevará a cabo en Chetumal una de las asambleas distritales de Somos México, correspondiente al Distrito 2 de Quintana Roo.

La cita será a las 8:00 a.m. en la Sala de Fiestas Las Palmas, ubicada en Av. Cozumel No. 132, Colonia Barrio Bravo. Se espera la participación de ciudadanos comprometidos con la legalidad, la justicia y la renovación ética de la política.

El evento contará con la presencia de Guadalupe Acosta Naranjo y Carlos Navarrete, quienes respaldan este esfuerzo no como figuras de poder, sino como impulsores de una plataforma que busca construir ciudadanía con sentido.

La democracia se sostiene con participación, no con indiferencia.

En un contexto nacional marcado por la desconfianza, estas asambleas representan un ejercicio necesario para defender y revitalizar la democracia. Más allá del partido que eventualmente obtenga registro, lo relevante es la respuesta ciudadana ante la necesidad de construir alternativas.

Participar en estas iniciativas no es una acción partidista. Es una manifestación de responsabilidad cívica.

Es reconocer que la política no puede quedarse en manos de quienes repiten fórmulas sin alma ni compromiso. Es recuperar la posibilidad de elegir entre opciones reales, construidas desde el diálogo, el respeto y el trabajo colectivo.

La indiferencia le ha cedido demasiado terreno al oportunismo. Por eso, cada asamblea, cada firma, cada paso organizado que provenga de la sociedad, representa un acto de dignidad.

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Candy Raygoza es Columnista de CAMBIO 22, Integrante del Consejo Editorial de la Revista Legisladores Mx, Doctora en Derecho, Terapeuta y promotora de cultura de paz.

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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