Redacción/ CAMBIO22

Un maguey tarda entre 12 y 15 años en florear y esto sucede una sola vez en su vida. Se dice que ‘capamos’ al maguey cuando intervenimos, justo antes de que esto suceda, para impedirlo.

El tlachiquero identifica las señales que da la planta cuando está a punto de ‘enquiotar’ o lanzar el gran tallo de la flor conocido como quiote. Interrumpe este suceso para extraer la savia que guardaban sus pencas y que estaba destinada a desarrollar la floración.

Sin esta posibilidad, la savia ahora se convertirá en aguamiel, se acumulará lentamente en el corazón del maguey y el tlachiquero podrá extraerla diariamente durante los próximos meses.

Eso sí, después de capar al maguey conviene esperar unos meses antes de ‘cosecharla’, para que sea de mejor calidad.

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

HTR/DS

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