Graciela Machuca Martínez/CAMBIO 22

En el municipio de Tulum existe una estela de muerte que se ha extendido durante los últimos años, sin que las autoridades de procuración de justicia investiguen a fondo los hechos y logren judicializar los casos para poder detener a los responsables intelectuales y materiales de esos crimines que siguen enlutando a familias de ese municipio, pero a esta indolencia institucional se suma la falta de capacidad de las autoridades municipales para poner en marcha programas de prevención de la violencia.

Basta con realizar una revisión hemerográfica de los últimos meses para percatarse que Tulum es un infierno, asesinatos al por mayor, desapariciones de personas, extorsiones, privaciones ilegales de la libertad, a lo que se le suma el universo de la corrupción en el que están involucradas autoridades municipales y empresas del sector inmobiliario.

Un recuento realizado por Maya sin Fronteras A.C. revela que en lo que va del año, en Tulum se han registrado 49 asesinatos, pero para las autoridades municipales no pasa nada, pero esto es el resultado del fracaso en las estrategias en materia de seguridad pública.
La recaudación de Tulum por diversos conceptos le va llegando a los niveles de Solidaridad e incluso de Cancún, ya que este municipio se ha convertido en los últimos años en el desarrollo inmobiliario más dinámico del país, pero en este terreno no sola están en juego los ingresos propios del municipio, sino el tráfico de influencias, la venta irregular de permisos a las inmobiliarias, quienes prefieren sumarse a la ola de corrupción que adecuarse a la normatividad, la cual tiene serias deficiencias permitas por la misma autoridad para tener lagunas legales y así poder proliferar la corrupción.


Los casos de homicidios dolosos, ante la fallida estrategia de seguridad pública del gobierno de Diego Castañón Trejo, se siguen acumulando en los archivos de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, donde ningún caso se investiga si no se tiene luz verde del titular de la dependencia Raciel López Salazar o los agentes del Ministerio Público o investigadores reciben dinero para actuar, lo cual es una verdad que corre por todos los pasillos de la dependencia y una realidad a la que se enfrenta la ciudadanía que por desgracia cae en las garras de la corrupción de la procuración de justicia de Quintana Roo.

Solo como ejemplo muestro uno de los últimos casos de violencia que se han registrado en Tulum durante las últimas horas.
Personas armadas llegaron a una vivienda de la colonia 2 de Octubre para asesinar a balazos a un individuo, a quien solo lograron lesionar, por lo que logró ser llevado con vida a un hospital.


Los hechos fueron conocidos por la policía luego de un reporte al número de emergencia 9-1-1. La agresión se registró en una vivienda ubicada en la esquina de la Calle Beta Sur con Mercurio, escenario de frecuentes hechos de sangre, sin que la policía logre la detención de los autores de estos ilícitos, como ocurrió en esta ocasión, para cuando la policía llegó, los autores ya habían huido sin que nadie se los impidiera.

Además, de los altos niveles de incidencia delictiva en Tulum nos encontramos con un escenario catastrófico para el desarrollo integral del municipio, porque el crecimiento desmedido y sin planeación se les vino encima a consecuencia de las decisiones de última hora y por oponerse a diseñar instrumentos técnico-administrativos que sirvan de soporte a un desarrollo ordenado.

Desde luego que el gobierno de Diego Castañón Trejo fue informado con oportunidad de las deficiencias en la normatividad como es el Plan Municipal de Desarrollo Urbano, pero hasta el momento no quiso hacer nada, porque desconoce la importancia de este tipo de documentos, pero, además, diseñar un plan de avanzada era ir contra la palabra del presidente de la república que solo se sustenta con ocurrencias.

El 16 de abril de 2024, el diario El Financiero dio a conocer que la construcción del Tren Maya , el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto y el parque del Jaguar en Tulum producirán un crecimiento del 447 por ciento en el número de habitantes de los municipios de Tulum y Felipe Carrillo Puerto, de acuerdo con el Programa Territorial Operativo de la Zona Sur de la Riviera Maya, según un análisis elaborado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Urbano y Territorial (Sedatu).

https://www.dof.gob.mx/2024/SEDATU/_version_ejecutiva_del_Programa_Territorial_Operativo_de_la_Zona_Sur_de_la_Riviera_Maya.pdf
De acuerdo a la publicación elaborada por Aldo Munguía de El Financiero, el crecimiento poblacional y la afluencia turística demandarán 116 por ciento más de agua potable por año, lo cual impactará sobre los acuíferos conformados por cenotes y ríos subterráneos de la zona.
Se estima que, para 2050, se necesitarán 41.6 hectómetros de agua para abastecer la demanda de ambos municipios; además de la producción de aguas residuales de 20.8 hectómetros. Para esa misma fecha, la producción de basura y residuos sólidos urbanos será de 748 toneladas diarias.

 

redaccionqroo@cambio22.mx

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