Redacción/CAMBIO 22

El 13 de noviembre del 2022 un estudiante de doctorado en criminología cometió un crimen atroz en contra cuatro alumnos de la Universidad de Idaho. Se le detuvo hasta el viernes 20 de diciembre en la ciudad de Pensilvania y se le acusó de cuatro cargos por asesinato en primer grado además de robo con allanamiento a morada. Lo más extraño del caso, es que el sospechoso llamado Bryan Christopher Kohberger, de 28 años, evitó involucrarse en todas las conversaciones sobre asesinatos, puesto que tal noticia despertó el interés de la población. Este caso conmocionó no solo al la ciudad de Moscow, o al condado de Latah, sino a todo el país estadounidense que siguió de cerca el terrible asesinato a sangre fría.

Fueron tres mujeres y un hombre las víctimas del asesinato

El hombre enfrenta cargos por apuñalar hasta la muerte a Madison Mogen y Kaylee Goncalves, ambas jóvenes de 21 años, así como a Xana Kernodle y Ethan Chapin, los dos con solo 20 años. Los cuerpos de los cuatro estudiantes fueron encontrados en una casa para alumnos ubicada fuera del campus. Gracias a las investigaciones policiales se sabe que algunas de las víctimas mostraban heridas defensivas. Lo que ha intrigado más en el caso, es que los compañeros del posible homicida señalaron que la plática sobre el tema llegó a sus aulas, él no mencionó ni contribuyó a la conversación.

Uno de sus compañeros de la Universidad Estatal de Washington (WSU), donde estudiaba Bryan Christopher Kohberger, le dijo a la NBC que “cuando se discutió en clase, Bryan no mencionó ni contribuyó a la conversación sobre los asesinatos. Nos sacaron de clase temprano después de los asesinatos para llegar a casa cuando todavía había luz, y Bryan estaba en esas clases con nosotros.”

BK Norton, el estudiante que se animó a hablar con la prensa, recordó que Bryan Christopher Kohberger permanecía “tranquilo e inexpresivo” durante las coberturas que seguían de cerca el homicidio de los cuatro estudiantes. Incluso mencionaron que parecía “más animado” después de los asesinatos cometidos. Cabe destacar que junto con sus compañeros de profesión, el hombre de 28 años estudiaba un doctorado en el Departamento de Justicia Criminal y Criminología de WSU en Pullman, Washington, esto de acuerdo con el sitio web del departamento. Dicho colegio está ubicado a solo 15 minutos, en automóvil, de la casa donde los cuatro estudiantes fueron asesinados.

Su arresto fue algo tardío

De acuerdo con los informes policiales, Bryan Christopher Kohberger no fue arrestado hasta seis semanas después de los asesinatos, y de hecho las versiones periodísticas de los medios locales apuntan a que todo se debió a la presión que ejercieron los “detectives de Internet” quienes causaron un revuelo desenfrenado dentro de las comunidades en línea sobre el caso. Incluso, las autoridades dijeron que el suceso fue una “enorme distracción” para los investigadores. Así lo confirmó el capitán de la policía de Moscow, Roger Lanier, quien dijo que rastrear “rumores y sofocarlos” es una gran inatención. Le ponían tanto enfoque a la presión en redes sociales que terminaban por seguir huellas y eventos que no iban ligados con el hecho en sí.

“Es muy, muy frustrante para los investigadores. Hace que sea difícil mantenerse en el camino.”, recalcó Roger Lanier.

Era un alumno prodigio y no entienden por qué cometió tal delito

Bryan Christopher Kohberger fue descrito como un “estudiante brillante” por una de sus profesoras de la Universidad DeSales, Michelle Bolger. Esta mujer le enseñó al hombre de 28 años durante algún tiempo, ella le daba un curso en línea y dijo estar atónita de que acusaran a uno de sus ex alumnos de un crimen tan atroz. 

“Estoy sorprendida por lo que se le ha acusado. No lo creo, pero lo entiendo.”, dijo a Daily Mail.

Se sabe que el estudiante se graduó el año pasado de la Universidad DeSales en Pensilvania, lo que la institución ha confirmado. Terminó una licenciatura en 2020 y completó estudios de posgrado en junio de 2022. Su gran interés por la criminología añadió al caso un giro siniestro al que los medios locales ya catalogan, por sí solo, como lúgubre. De hecho, en un cuestionario, que se cree que fue escrito por Kohberger en apoyo de su estudio, preguntó a los encuestados que habían cometido delitos preguntas como:

  • ¿Por qué elegiste a esa víctima sobre otras?
  • ¿Cómo dejaste la escena?
  • ¿Luchó o peleó con la víctima?

Al presentarlo, el sospechoso escribió: “hola, mi nombre es Bryan y los invito a participar en un proyecto de investigación que busca comprender cómo las emociones y los rasgos psicológicos influyen en la toma de decisiones al momento de cometer un delito”. Hay extrañas cosas en la personalidad del estudiante de criminología que también han quedado registrados como “antecedentes” en este caso. Un ejemplo es que meses antes del suceso, el dueño de una cervecería tuvo que correrlo por supuestamente asustar al personal femenino en su negocio. Asimismo se supo que visitaba con frecuencia Seven Sirens Brewing Company, donde acosaba a las mujeres que trabajaban allí, según el propietario de la empresa, Jordan Serulneck.

Cabe destacar que hay más que el testimonio del dueño para corroborar esta información, ya que la cervecería escanea las identificaciones de todos los comensales y tienen un sistema que permite al personal escribir notas adjuntas sobre los clientes que luego aparecen cada vez que se vuelve a escanear la identificación. Uno de los colaboradores del bar apuntó que Bryan Christopher Kohberger “hacía comentarios espeluznantes”, y le recalcó al dueño que lo vigilara de cerca, ya que se tomaba dos o tres cervezas y luego provocaba “se ponía demasiado cómodo”. Hacía preguntas invasivas al personal femenino, como dónde vivían, nombre, edad, etc. E incluso si ellas no estaban interesadas, él se molestaba con ellas.

Actualmente pelean por “su inocencia”

Por su parte, la familia de Bryan Christopher Kohberger emitió un comunicado el pasado domingo 1º de enero, a través del defensor público Jason LaBar, “están apoyando a su hijo en un esfuerzo por promover su presunción de inocencia.”, declaró. Sin embargo las autoridades ya están recolectando todas las piezas y juntando toda la evidencia para que todo el peso de la ley caiga sobre él. Las autopsias a los cuatro jóvenes mostraron que probablemente estaban dormidos cuando fueron atacados. Aunque algunos tenían heridas defensivas y cada uno fue apuñalado varias veces, no había señales de agresión sexual. También se sabe que la casa de alquiler sería limpiada de “peligros biológicos potenciales y otras sustancias nocivas” para recolectar evidencia. De hecho la casa será devuelta al administrador de la propiedad una vez terminada la investigación.

 

 

Fuente: Heraldo

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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