Crece Tensión por Impacto de Airbnb en la Industria Hotelera
22 May. 2025
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Plataformas de renta digital como Airbnb ya no representan únicamente un reto en los polos turísticos consolidados como Cancún, sino que están alterando el equilibrio económico en destinos emergentes.
Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22
CHETUMAL, 22 de mayo. – Lo que inició como una alternativa de hospedaje para viajeros en busca de experiencias más auténticas, hoy se ha convertido en una preocupación creciente para los empresarios del sector turístico en el sur de Quintana Roo. Plataformas de renta digital como Airbnb ya no representan únicamente un reto en los polos turísticos consolidados como Cancún, sino que están alterando el equilibrio económico en destinos emergentes como Bacalar, donde los hoteles formales enfrentan una competencia que consideran desleal y cada vez más desregulada.
De acuerdo con Raúl Andrade Angulo, presidente de la Asociación de Hoteles y Servicios Turísticos de la zona sur del estado, solo en los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar operan más de dos mil unidades de hospedaje a través de plataformas digitales. Esta cifra ilustra el desplazamiento progresivo de los servicios tradicionales, especialmente en temporadas de alta demanda como las vacaciones de verano, donde la flexibilidad de precios y formatos de estas plataformas capta buena parte del flujo turístico, sin los mismos controles fiscales, sanitarios o operativos que enfrentan los hoteles.
El fenómeno, sin embargo, trasciende las cifras. Para Andrade Angulo, la presencia de estas plataformas representa una tendencia global irreversible, pero no por ello debe quedar exenta de regulación. La falta de un marco legal claro genera lo que él define como una competencia desleal, ya que los empresarios hoteleros asumen costos operativos y regulatorios mucho más altos que quienes ofertan inmuebles por aplicaciones. A su juicio, el objetivo no es eliminar esta modalidad, sino garantizar un piso parejo, algo que hasta ahora el Estado no ha logrado consolidar.
Bacalar, con mil 300 unidades registradas en estas plataformas, es el epicentro de este cambio estructural en el ecosistema turístico del sur. Le siguen Majahual con cerca de 400 y Chetumal con menos de 100, cifras que revelan no solo una reconfiguración del hospedaje en la región, sino también una advertencia, el modelo turístico tradicional está siendo erosionado por una lógica digital que avanza sin freno. Para que Bacalar conserve su vocación turística sostenible, será clave que las autoridades actúen con visión y responsabilidad, antes de que el auge tecnológico termine por desdibujar las reglas del juego.
RHM




















