Crece la Violencia y las Autoridades de José María Morelos Callan Pese a la Desaparición de Personas

Redacción/CAMBIO 22

José María Morelos, 30 de marzo. –  La inseguridad en José María Morelos sigue en aumento mientras que las autoridades mantienen un silencio absoluto respecto a los casos de personas desaparecidas. A pesar de la gravedad de la situación, los operativos de búsqueda se han detenido, dejando en la incertidumbre a familiares y a la comunidad en general. La falta de información y la secrecía con la que la Fiscalía maneja estos casos llevan a pensar que, más que proteger la investigación, se está ocultando la ineficacia de las autoridades o, peor aún, su posible complicidad.

El caso más reciente ocurrió la madrugada de este viernes en San Felipe I, donde un grupo armado irrumpió violentamente en dos viviendas y privó de la libertad a dos personas. Testigos relataron que cerca de las 03:00 horas, 12 sujetos con armas cortas y largas, vestidos con chalecos y pasamontañas, llegaron en una van blanca y un Tsuru gris. Con el pretexto de buscar droga y haciéndose pasar por policías, saquearon las casas, golpearon a sus habitantes y secuestraron a M. M. C. C., de 42 años, y a J. O. A. C., de 24 años, quienes fueron subidos a la camioneta y trasladados con rumbo desconocido.

A pesar de la rápida denuncia de los pobladores, la respuesta de la policía fue tardía e insuficiente. Como en casos anteriores, no se han reportado avances en la investigación ni indicios de que las víctimas sean localizadas con vida. Desde enero, han sido reportadas oficialmente ocho desapariciones en el municipio, sin que hasta la fecha se tenga información sobre su paradero. La lista de víctimas crece, pero las acciones gubernamentales siguen estancadas.

Este caso se suma a otros secuestros y levantones ocurridos en el municipio en los últimos meses. En diciembre, un hombre fue privado de su libertad en la colonia San Juan; en enero, dos jóvenes desaparecieron en La Presumida y dos más fueron secuestrados en Dziuché. En todos los incidentes, las investigaciones no han llevado a ninguna detención ni esclarecimiento.

La inacción de las autoridades y la falta de resultados han generado un clima de indignación y temor en la población. Mientras la violencia se recrudece y los delincuentes operan con total impunidad, las víctimas y sus familias se enfrentan a la indiferencia oficial. La pregunta que surge entre los habitantes es inevitable: ¿quién protege a quién en José María Morelos?

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