• La generación de políticas para la reducción de la violencia letal será un importante desafío para la próxima persona que se convierta en presidenta de México. Para poder lograrlo, tiene que impulsar una política de control de armas apegada a los derechos humanos.

 

Redacción/ CAMBIO 22

Hace apenas un mes, el pasado 5 de abril, ocurrió el Diálogo Constructivo sobre Armas de Fuego que organiza Naciones Unidas. La incidencia en el nivel internacional es de vital importancia para el cumplimiento en el nivel nacional de los compromisos en la materia, así como para el desarrollo en México de una política nacional de control de armas con perspectiva de derechos humanos. México ha sido un importante promotor de esta agenda en Naciones Unidas, pero falta difundir estos trabajos en el plano local. Ante la coyuntura de campañas políticas es urgente hablar de la agenda de armas, por eso, en este texto ponemos sobre la mesa de nueva cuenta la importancia de este evento internacional para nuestro país.

La Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Convención de Palermo) es el tratado internacional que desde su adopción en el año 2000 busca promover la cooperación internacional para la prevención, investigación y sanción de las expresiones transfronterizas de la delincuencia organizada. Esta Convención, además, es complementada por protocolos que atienden problemáticas específicas: 1) la trata de personas; 2) el contrabando de personas migrantes; y 3) la fabricación y tráfico ilícitos de armas de fuego.

El Protocolo contra la fabricación y el tráfico ilícito de armas de fuego, sus piezas y componentes y municiones (conocido comúnmente como Protocolo sobre armas de fuego) fue aprobado en 2001, siendo ratificado por México en 2003. Se trata de un instrumento que contiene importantes obligaciones para los Estados Parte en aspectos relacionados con las armas de fuego como: tipificación de delitos; decomiso, incautación y disposición; mantenimiento y actualización de registros; marcación; sistema de licencias de exportación, importación y tránsito; seguridad y prevención; y cooperación internacional e intercambio de información.

Para orientar a los Estados Parte hacia la aplicación efectiva y actualizada del Protocolo, desde 2012 se estableció un Grupo de Trabajo sobre Armas de Fuego. Este Grupo de Trabajo se reúne anualmente en Viena, Austria, precisamente para la adopción de recomendaciones en la materia. De las 11 reuniones que ha celebrado el Grupo de Trabajo, México ha presidido seis.

En 2018, por otro lado, la Conferencia de las Partes de la Convención de Palermo decidió establecer el Mecanismo de Examen de la Aplicación de la Convención y sus Protocolos. Como parte de dicho Mecanismo, se acordó la celebración anual de sesiones de diálogo para que los Estados Parte reciban retroalimentación por parte de la academia y la sociedad civil en distintas materias (armas de fuego, trata de personas, contrabando de personas migrantes, asesoría técnica y cooperación internacional). En este contexto, en 2022 se llevó a cabo el primer Diálogo Constructivo sobre Armas de Fuego.

En dicho diálogo, el Grupo de Trabajo sobre Armas de Fuego escucha e interactúa con las opiniones y recomendaciones de expertas, activistas y demás personas interesadas en la aplicación efectiva del Protocolo sobre armas de fuego. Este año, durante la tercera edición del Diálogo Constructivo se abordaron cuestiones relacionadas a dos temáticas: 1) los avances tecnológicos relacionados con la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego y municiones; y 2) la implementación del artículo 5° del Protocolo, relacionado con la tipificación y sanción en los ordenamientos internos de delitos relacionados con armas de fuego.

México Unido Contra la Delincuencia basó su participación en el Diálogo Constructivo sobre Armas de Fuego en la importancia del acceso a la información pública para el análisis y la atención de fenómenos como la violencia letal o el tráfico ilícito de armas de fuego y municiones. Por ello, llamamos a los Estados Parte -sobre todo a México- a la integración, mantenimiento y actualización de registros de armas de fuego en toda la cadena de valor: fabricación, importación, exportación, comercialización, posesión, robo o extravío, aseguramiento y destrucción. También exigimos que se refuercen la supervisión democrática, la transparencia y la rendición de cuentas respecto de las transferencias internacionales de armamento, sobre todo cuando el país de destino sea uno de conflicto o de inseguridad generalizada.

Es una buena noticia que se abran espacios para que la sociedad civil y la academia entablen diálogo con personas tomadoras de decisión sobre este tema, sobre todo por la reducción de espacios que observamos a nivel nacional. Ahora bien, el reto para nuestro país es la adecuada aplicación de las lecciones obtenidas a través de este tipo de ejercicios y poner al centro de la discusión pública esta agenda. Un gran paso sería que los registros de armas de fuego contemplados en la ley fueran públicos y auditables. Esto abonaría a una mejor comprensión de la amplia e indiscriminada disponibilidad de armas de fuego y permitiría la generación de políticas para la reducción de la violencia letal, un importante desafío para la próxima administración.

La inseguridad, la violencia y la victimización son problemáticas que únicamente se podrán resolver con una política integral de desarme y control de armas.

Fuente: La-Lista

redaccionqroo@cambio22.mx

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