Redacción/CAMBIO22

Al final del expediente de Sara Aldrete, la llamada “narcosatánica” que lleva 33 años en prisión, la cineasta Patricia Martínez leyó algo que la puso en alerta: “a pesar de que no se encuentran las pruebas necesarias, se declara culpable”.

Para entonces, la egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica ya había entablado cierta relación con la tamaulipeca, pues andaba en la búsqueda de historias qué contar, y ésta había aceptado un acercamiento.

No había sido fácil, pues obviamente entre decisiones de autoridades y la desconfianza natural de Aldrete, la cosa fue lenta.

“Lo que me atrajo (inicialmente) de ella fue evidentemente el físico, ella pasa de la media mexicana y llega a los 1.90 metros de estatura; yo (entonces) no sabía nada de su historia y veía su liderazgo porque en la cárcel es una persona respetada, es de las más temidas, pero también de las más queridas, e impacta eso”, cuenta Martínez.

“Primero le dije que me interesaría platicar con ella y me fue dosificando hasta que me dio a leer su expediente. Cuando leo el final (del mismo), a mi eso me abrió la pregunta de qué estaba pasando, cuáles eran las pruebas”, recuerda.

Así fue la génesis de “La narcosatánica”, serie documental que estrena el próximo jueves en HBO-Max, tras 15 años de trabajo por parte de la cineasta y el equipo de producción.

Primero fue adaptarse a las limitaciones de una prisión federal, que sólo permitía entrevistas telefónicas con Aldrete, y después tramitar los permisos correspondientes cuando fue trasladada a Tepepan, una prisión de menor rigidez, a la que se logró entrar con cámara.

¿Quién es Sandra Aldrete, “la narcosatánica”?

El nombre de Aldrete saltó mediáticamente en 1989, año en que las autoridades y medios de comunicación mexicanos dieron a conocer lo que llamaron narcosatánicos, un grupo que además de comercializar droga, realizaban rituales mortales.

Fue detenida bajo el cargo de asociación delictuosa en 1990 y condenada a 62 años, pena que bajó en 1995, a 50 años.

“Luego me dicen cosas como si ella fuera Aníbal Lecter (personaje de la película (“El silencio de los inocentes”) y no es eso, a pesar de la cantidad de años que tiene ahí, siempre está de buenas, siempre te recibe de buen ánimo y eso ha facilitado el trabajo”, comenta Martínez

“La manera en que te acercas es que primero ni tu eres directora, ni ella, un personaje, sino dos personas. En prisión se carece de muchas cosas, ves sus necesidades y a ella le gustan muchos los pasteles, entonces era ‘visita-pastel’, se vuelve un intercambio de alguna manera y al pasar tanto tiempo, surge una empatía”, detalla.

La narcosatánica cuenta con una investigación mayoritariamente hemerográfica, pues es complicado obtener lo audiovisual. Cuenta con la producción de Ximena Urrutia y Artegios, la compañía fundada por Everardo González, director de Los ladrones viejos.

HBO-Max entró a la producción cuando escuchó de la historia en DOCS-MX, festival de cine documental, a donde sus creativos fueron a ver distintos proyectos.

Claudia Fernández, Gerente Senior de Desarrollo de Contenido de No Ficción de Warner Bros. Discovery, señala que la pandemia vino a alentar el gusto del documental entre los usuarios del streaming.

“En ella hubo grandes cambios entre ellos el crecimiento del consumo del documental y las series documentales y fue de las pocas tendencias que se mantuvo, (las historias en ellos) se volvió el tema de llegar el lunes y hablarlo en la oficina”, destaca la ejecutiva.

 

 

Fuente: El Universal

redaccionqroo@diariocambio22.mx
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