Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 07 de junio. –   La tranquila comunidad de La Presumida está atravesando un conflicto que podría escalar en los próximos días. La discordia se centra en la apropiación de algunos inmuebles públicos, donde los ejidatarios insisten en tomar el control de espacios como el costurero y el taller de artesanías. Sin embargo, la delegación municipal y varios pobladores, entre ellos Estanislao Can Mazón, se oponen firmemente a esta iniciativa.

Estanislao Can Mazón, un veterano habitante del lugar, argumenta que los inmuebles públicos son edificados por el gobierno y, por ende, deben estar bajo su administración. “Esos espacios deben ser respetados y aprovechados por la comunidad en general, no únicamente por los ejidatarios,” señaló Can Mazón en una reciente entrevista. “Desde hace muchos años ha sido así, y me extraña la reciente insistencia del ejido en reclamar la propiedad de estos inmuebles.”

La tensión ha aumentado debido a las prioridades urgentes que la comunidad enfrenta, como los incendios cercanos que amenazan la población. Can Mazón destacó que, en situaciones de emergencia, los repobladores siempre han apoyado a la comunidad, mientras que el ejido no ha correspondido de la misma manera. Ilustró esta falta de reciprocidad con un ejemplo personal: la negativa del ejido a otorgarle un terreno para que su hija pudiera edificar su vivienda.

La delegación municipal, junto con varios pobladores, sostiene que el control de los espacios públicos debe permanecer en manos del gobierno local para asegurar su uso equitativo y beneficio para todos los habitantes. El taller de artesanías y el costurero, en particular, son vistos como centros importantes para el desarrollo comunitario y la preservación de tradiciones locales.

El conflicto continúa sin una resolución clara, y la comunidad de La Presumida espera que se puedan alcanzar acuerdos que beneficien a todos los involucrados, evitando una mayor escalada de tensiones.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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