Confiesa la Actriz Italiana que Un Beso con Ben Affleck Causa de la Separación con Jennifer López
11 Jun. 2025
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La intérprete napolitana cuenta sus proyectos, la relación con su hijo y sus deseos para el futuro
Redacción / CAMBIO 22
En estas semanas, a Serena Rossi le vendría bien teletransportarse. Se divide entre el cine, está terminando las grabaciones de un remake de una película francesa en Turín, y el teatro, lleva por Italia el espectáculo creado y producido con su esposo, SereNata a Napoli, una declaración de amor a la ciudad donde nació a través de canciones, música y palabras. Y en los descansos, como hoy, se preocupa por ir a recoger a su hijo a casa de un compañero en Roma).
En agosto cumple 40 años. ¿Lo celebrará en el teatro?
No, porque mi trabajo, aunque lo amo, no es mi vida. Hay días, como el cumpleaños de mi hijo Diego, de mi esposo Davide, o la semana en que la escuela está cerrada, que quiero pasar con mi familia.

¿Dónde estará, entonces?
Estamos terminando de renovar una casa en el sur de Cerdeña, en Capo Teulada, a donde voy desde hace 15 años gracias a Vittoria Puccini, que tiene una casa allí. Sería genial si para el 31 de agosto los trabajos estuvieran terminados y yo, Davide y Diego pudiéramos dormir allí por primera vez, con una botella de vino enfriándose.

¿Contenta por el campeonato del Nápoles?
¡Felicísima! Vi el partido contra el Cagliari en un pub en Turín, sola, pero hice amistad con un montón de chicos que estaban fuera de casa como yo. Luego, Massimo Mauro me regaló su camiseta de entrenamientos con Maradona y cuando regresé a Roma la llevé todo el día puesta, incluso para hacer la compra.
¿Una napolitana puede tener un rito de superstición antes de salir al escenario?
Más de uno… Ya la preparación es un ritual para mí que siempre se repite igual: empiezo a maquillarme a las 8 y a las 8:30 termino de arreglarme el cabello; cuando anuncian la media hora antes de que comience el espectáculo, caliento la voz con ejercicios, y a un cuarto de hora me ponen el micrófono.

¿No grita “mucha mierda”?
Sí, tres veces todos juntos, y al final yo añado ‘vamos a hacer el amor’, porque un espectáculo es como hacer el amor con los músicos y el público, se pone en circulación mucho amor. Luego, en el escenario, con el telón cerrado, voy a dar la mano a los músicos y les digo: ‘divirtámonos y gracias’.
¿Diego ha venido a verle?
Sí, en el ensayo general. Se pone muy nervioso, a veces se tapa los oídos cuando canto.
¿Es celoso de su mamá?
Es normal que me quiera solo para él, tiene ocho años y medio. Pero las canciones que canto las conoce todas y las tararea bajito, las usa incluso cuando juega a nombres, cosas y ciudades. Añade ‘canciones’: a la D, escribe Dove sta Zazà; a la I, Io mammeta e tu.

¿Y si en la televisión besa a un compañero?
Frunce el ceño… Incluso si me ve un poco escotada.
Con su padre, Davide Devenuto, se casaron hace dos años, después de una larga convivencia.
Sí, el 17 de junio. Hicimos un rito civil en las Termas de Caracalla, éramos 14: padres y hermanos. Davide llevaba una chaqueta de lino, pantalones, camiseta y zapatillas de deporte, yo llevaba un vestido blanco hasta la rodilla, me había maquillado y peinado sola. Al día siguiente enviamos la foto con las alianzas a los demás familiares y amigos. Solo una se ofendió.

¿Nunca surge la competencia con su marido?
Nada en absoluto, no es una dinámica que nos pertenezca. Él es un hombre resuelto, inteligente, tiene mil cosas que hacer. Tenemos nuestra propia productora que coprodujo Mina Settembre y el espectáculo teatral. Muchos de mis proyectos se han convertido en nuestros.
¿Hay algún personaje al que esté más ligada?
Bueno, a Mina Settembre la quiero mucho, es una buena persona. En tres temporadas ha tenido una evolución psicológica. Cuando ella estaba embarazada, recordé lo cansada que estaba cuando esperaba a Diego, el dolor de espalda, la postura.
¿Tiene también un abrigo rojo como Mina?
Sí, pero ya no lo uso. Cuando lo llevaba en Nápoles era como encender una luz.
En El tren de los niños interpretó a la madre de un pequeño que, en la posguerra, fue enviado a Emilia para pasar el verano con otra familia.
Mi abuela Concetta subió en ese tren. También quise mucho a esa madre. Dejó que su hijo se fuera guardando para ella el sufrimiento y el dolor.

¿El personaje más alejado de usted?
En Underbois soy la bruja malvada. Pero incluso ahí… Siempre trato de sacar la humanidad de los personajes que interpreto. Incluso Mia Martini era completamente diferente a mí, para interpretarla me olvidé de Serena Rossi. Hablaba, caminaba, reía como ella. Cada Sanremo se habla de usted como una posible copresentadora.
No sé de dónde sale esa historia, ¡no de nosotros! Sería hasta una tontería postularse… Por un lado me gusta, porque significa que mis colegas y el público piensan que ese es el escenario adecuado para mí. De hecho, allí me siento cómoda, cuanto más asusta a los demás, más me divierto.

Hace unos años presentó Detto fatto. ¿Le dan ganas de volver al entretenimiento?
A menudo me llegan propuestas, pero no creo que sea lo adecuado para mí. Prefiero hacer cosas diferentes, como las noches de evento con Roberto Bolle, donde puedo aportar mi valor añadido, sin ponerme a hacer cosas en las que otros serían más competentes que yo. Venecia ha cedido a lo políticamente correcto y ha eliminado el título de Madrina: desde este año, en la Mostra habrá una presentadora o tal vez un presentador.
Yo fui madrina en 2021 y esa palabra no me ofendía, ni me hacía sentir menospreciada. Tuve la oportunidad de hablar sobre temas importantes, como las madres afganas, y no fue solo un juego de llevar vestidos hermosos. Después, también la moda es arte… Yo veía las películas por la mañana con Davide, escabulléndome por las puertas traseras. No es el nombre lo que define el papel. Puedes ser una buena presentadora y hacerlo mal en Venecia.
¿Vio a J-Lo y Ben Affleck? Fueron protagonistas de una escena incómoda
Eh, pero yo sabía que se iban a separar. Cuando hay necesidad de hacer gestos cariñosos en público algo no va bien. ¡Yo no me beso con Davide delante de los demás!.
¿Se ve como directora en el futuro?
No de inmediato, pero todos me dicen que tarde o temprano ocurrirá, porque soy una líder… No quiero hacerlo por seguir a mis compañeras brillantísimas que lo han hecho: Cortellesi, Scarano, Golino. Ellas sentían una urgencia que yo no tengo. ¿Continúa spesa sospesa, la iniciativa creada durante el Covid para llevar productos básicos a los necesitados? Sí, sigue adelante. Por esa iniciativa, Davide y Francesco Lasaponara se convirtieron en Caballeros de la República.
¿Y ahora colabora con el World Food Programme?
Es una especie de continuación internacional de spesa sospesa. He adoptado la causa de Sudán, en mis espectáculos hay voluntarios que distribuyen material informativo y, tan pronto como sea posible, iré yo misma a llevar ayuda a los corredores humanitarios. El fiscal jefe de Nápoles, Nicola Gratteri, piensa que películas o series como Gomorra influyen negativamente en los adolescentes. ¿Y usted?
No. Entonces, ¿qué decir de películas que han hecho historia como El Padrino? Creo que Gomorra y similares muestran una Nápoles que existe, así como la de Mina Settembre. No sirve de nada esconder la cabeza bajo la arena. Luego, tal vez no es mi género y no la veo, pero reconozco el valor que aporta al sector. Una persona se forma en el contexto en el que vive, no creo que una serie de televisión pueda transformar a los niños en delincuentes.
¿Cuál es la cosa más arriesgada que ha hecho sin doble?
Me tiré a un río helado de noche con una corriente muy fuerte: no había calculado que no era como la playa. Por contrato, pido un doble en las escenas de desnudo y de sexo.
¿Y si le llama Sorrentino?
Bueno, ya veremos…
Fuente: El Mundo
KXL/RCM




















