Conductores de AMMUSCAN Cometen Toda Clase de Abusos contra Pasajeros

Redacción/CAMBIO 22

San Francisco de Campeche, Cam., 13 de octubre.- Ante la ausencia de inspectores del Instituto Estatal del Transporte (IET), los conductores del la empresa Autobuses y Microbuses Modernos, Urbanos y Suburbanos de Campeche (AMMUSCAM) cometen toda clase de arbitrariedades, incluido el maltrato verbal a los usuarios.

Este fin de semana se presentó un problema entre el conductor de la unidad número económico 20 y un grupo de pasajeros, luego de que éste, sin previo aviso modificó su ruta, cuando circulaba sobre la avenida Exhacienda Kalá.

El motivo de la arbitraria decisión del conductor de la unidad 20, fue una aparente disputa con otro camionero, sin embargo, quienes iban a bordo del microbús le hicieron notar su inconformidad al guiador -quien prácticamente estaba repitiendo su recorrido- a la que este les sugirió que, quienes no estuviesen de acuerdo, optaran por bajarse.

Uno de los usuarios, resignado, optó precisamente por tomar el dinero de su pasaje y, efectivamente, bajó de la unidad número 20, a travesó la calle y esperó el siguiente camión.

Otros usuarios también reclamaron y la respuesta del conductor fue que “existía el servicio de Taxis Muralla”, lo cual no fue otra cosas que una sarcástica invitación a que abandonarán el vehículo.

Luego, al reiniciar su ruta, por una vía distinta, el conductor se dedicó a hablar por teléfono con alguien, posiblemente su patrón o supervisor.

Uno de los usuarios incluso procedió a llamar al 911 de la  Policía, cuyo operador registró amablemente los datos del denunciante y del vehículo, sin embargo, precisó que era un asunto que competía al Instituto Estatal del Transporte (IET), institución que carece de inspectores.

Este tipo de incidentes en el transporte urbano suelen ocurrir con mucha regularidad en Campeche, en donde en la gran mayoría de los usuarios son amas de casa, alumnos y personas mayores.

Dada la condición de personas vulnerables de la mayoría de los usuarios, los conductores se dan el lujo de maltratarlos verbalmente, e incluso realizar maniobras atrevidas para propiciar la caída de los infortunado pasajeros, entre otras anomalías.

Asimismo, está demás que las discusiones acaloradas entre usuario y conductor, también son un asunto cotidiano.

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