• Los empleados de SpaceX trabajan en el diseño de una ciudad marciana, con cúpulas y trajes espaciales, e investigan si los humanos pueden procrear fuera de la Tierra. Musk ha ofrecido voluntariamente su esperma.

 

Redacción/CAMBIO 22

Durante más de dos décadas, Elon Musk ha enfocado las labores de SpaceX, su empresa de cohetes espaciales, en la meta de toda su vida: llegar a Marte.

A lo largo del año pasado, también ha intensificado iniciativas que exploran lo que podría suceder si llega al planeta rojo.

Musk, de 53 años, les ordenó a los empleados de SpaceX que trabajaran de manera ardua en el diseño y los detalles de una ciudad marciana, según cinco personas con conocimiento de este proyecto y los documentos que vio The New York Times. Un equipo diseña planos para pequeños hábitats en forma de cúpula, que incluyen los materiales que podrían usarse para construirlos. Otro trabaja para confeccionar trajes espaciales que sean resistentes al ambiente hostil de Marte, mientras que un equipo médico investiga si los humanos pueden tener hijos ahí. Musk ofreció su esperma como semilla para una colonia, según dijeron dos personas familiarizadas con sus comentarios.

Estas iniciativas, que apenas están en sus primeras etapas, son un giro hacia una planificación más concreta para la vida en Marte, lo cual señala que el calendario de Musk se ha acelerado. Mientras que, en 2016, declaró que tomaría de 40 a 100 años tener una civilización autosuficiente en el planeta, en abril, Musk les dijo a los empleados de SpaceX que ahora prevé que haya un millón de personas viviendo ahí en unos veinte años.

“La urgencia de que la vida sea multiplanetaria es alta”, afirmó, según un video público de sus comentarios. “Tenemos que hacerlo mientras la civilización es así de fuerte”.

Desde hace tiempo, Musk ha intentado desafiar lo imposible y a menudo ha logrado superar pronósticos bastante desfavorables. Pero su visión de la vida en Marte lleva sus ambiciones, al parecer ilimitadas, a un extremo máximo y algunos dirían absurdo. Ningún terrícola ha pisado suelo marciano. La NASA no prevé que los humanos aterricen en Marte sino hasta la década de 2040. Y si las personas logran llegar al planeta, descubrirán un terreno inhóspito, temperaturas heladas, tormentas de polvo y aire imposible de respirar.

Sin embargo, Musk está tan centrado en la idea de crear una civilización en Marte (alguna vez dijo que planea morir ahí) que ha impulsado casi todos los proyectos empresariales que ha emprendido en la Tierra. Ahora su visión para Marte rige la mayoría de las seis empresas que lidera o son de su propiedad, pues cada una podría contribuir a una colonia extraterrestre, según los documentos y las personas con conocimiento de estas labores.

The Boring Co., un emprendimiento fundado por Musk que se ocupa de la construcción de túneles, empezó a operar en parte con el fin de preparar el equipo necesario para excavar la superficie de Marte, según comentaron dos de las personas que conocen los planes. Musk les dijo a ciertas personas que compró la plataforma social X en parte para ver cómo podría funcionar en Marte un gobierno liderado por ciudadanos y regido por consenso. También señaló que imagina que los residentes del planeta rojo conducirían una versión de los Cybertrucks con paneles de acero que fabrica Tesla, su empresa de vehículos eléctricos.

Musk, cuyo patrimonio actual es de unos 270.000 millones de dólares, ha declarado en público que solo acumula activos —que incluyen un paquete salarial de unos 47.000 millones de dólares de Tesla— con el fin de financiar sus planes para Marte.

“Es una manera de lograr que la humanidad llegue a Marte, porque establecer una ciudad autosuficiente ahí requerirá muchos recursos”, testificó ante un tribunal en 2022 cuando se le cuestionó sobre su acuerdo salarial con Tesla.

Aunque Musk lleva años hablando de Marte y SpaceX dio a conocer dos bocetos básicos de una colonia en 2018, aún no se han reportado muchos detalles al respecto ni sobre el nuevo interés de la empresa en planificar una civilización. Musk ha mantenido en secreto la mayoría de los planes de colonización porque SpaceX, que tiene un contrato de 2900 millones de dólares con la NASA, primero debe enviar un cohete a la Luna, según indicaron dos personas que conocen el proyecto.

El Times entrevistó a más de 20 personas cercanas a Musk y SpaceX sobre los planes para una ciudad marciana y revisó documentos internos, correos electrónicos, publicaciones en redes sociales y documentos jurídicos. Muchas personas hablaron con la condición de mantener su anonimato, ya que firmaron acuerdos de confidencialidad.

Incluso estas personas se mostraron escépticas de que Musk lograra construir una ciudad en Marte antes de morir. Algunas dijeron que el empresario solo quería superar a Jeff Bezos, fundador de Amazon que imagina a los humanos viviendo en estaciones espaciales gigantescas distribuidas por todo el sistema solar. Otras comentaron que Musk fijó un calendario agresivo para Marte que obliga a los empleados a redoblar la marcha de su trabajo. Dos personas mencionaron que, a veces, los bocetos de la colonia reciben el nombre del “gran paquete”.

Musk y SpaceX no respondieron a las solicitudes de comentarios. En X, luego de la publicación de este artículo, Musk aclaró que no había ofrecido su esperma y que a nadie en SpaceX se le había ordenado desarrollar una ciudad marciana. “Cuando la gente me pide hacerlo, yo les respondo que primero tenemos que enfocarnos en llegar hasta ahí”, escribió.

Musk ha estado fascinado con Marte desde que a los 10 años leyó Fundación, la novela de ciencia ficción de Isaac Asimov que fue publicada en 1951. En el libro, el protagonista construye una colonia extendida por toda una galaxia para salvar a la humanidad del colapso de un imperio interestelar.

En 2002, Musk fundó SpaceX, una empresa privada localizada en Hawthorne, California. Luego de un tiempo, creó cohetes parcialmente reutilizables y consiguió contratos gubernamentales, incluido uno con la NASA. En años recientes, emprendió Starlink, un servicio de internet satelital que se ha ampliado por todo el mundo.

Para llegar a Marte, SpaceX construyó el Starship, un cohete reutilizable de casi 122 metros. El propósito inmediato del Starship es transportar a astronautas de la NASA a la Luna, aunque después quizá lleve a residentes a Marte y también podría operar como una pequeña estación espacial.

Tres personas familiarizadas con el Starship comentaron que una versión futura del cohete podría tener espacio habitable en la parte superior. Los planos contemplan varios pisos de alojamiento, con servicios como una pista de atletismo y una sala de cine, según describieron dos de esas personas. Un boceto del interior del Starship, una versión del cual Musk publicó en X, muestra a una violinista que flota en gravedad cero mientras toca para un público.

El Starship podría transportar 100 pasajeros a Marte en cada viaje que sucedería cada dos años más o menos, según dijo Musk al Congreso Internacional de Astronáutica en una presentación de 2016. La NASA declaró que un viaje a Marte, que se ubica a unos 225 millones de kilómetros de la Tierra, tardaría hasta nueve meses.

En 2018, los ingenieros de SpaceX se reunieron en privado con investigadores de universidades y otros especialistas en Colorado para hablar sobre la tecnología necesaria para sobrevivir en Marte, según las notas de la reunión que obtuvo el Times. Entre los temas mencionados estuvo la recolección de hielo para producir agua y la selección del área correcta en Marte para construir una colonia.

El año pasado, ya estaban construidas las versiones más recientes del Starship en Starbase, una base de SpaceX en Boca Chica, Texas. En junio, el Starship regresó por primera vez con éxito de un vuelo espacial de prueba.

A lo largo de los años, Musk ha dado pistas sobre cómo cree que viviría la gente en Marte.

Uno de los aspectos importantes tiene que ver con continuar la vida humana en ese planeta. Los científicos aún no han determinado si las personas pueden tener hijos en el espacio. Musk afirmó que no se permitirán niños en los primeros vuelos a Marte debido a los peligros que esto implica, aunque espera que puedan vivir allá en algún punto.

No obstante, Musk tiene un plan. En su entrevista de 2013 para un video sobre ciencia, señaló que esperaba crear su propia especie en Marte, una idea que les ha repetido a los empleados de SpaceX y a otros allegados de la empresa a lo largo de los años.

“Creo que es muy probable que queramos crear nuevos organismos con bioingeniería que se adapten mejor a la vida en Marte”, explicó en la entrevista. “Con el paso del tiempo, la humanidad ya ha hecho eso, de cierto modo, mediante una especie de reproducción selectiva”.

El empresario también tiene una estrategia para evitar el frío. En una entrevista de pódcast en 2022, comentó que combatiría las temperaturas gélidas del planeta con una serie de explosiones termonucleares que calentarían el planeta creando soles artificiales. Cientos de paneles solares, posiblemente fabricados por Tesla, ayudarán a calentar los hogares y crear energía, según tres personas familiarizadas con esos planes.

En los últimos meses, las declaraciones de Musk pasaron a ser una planificación más concreta a cargo de los empleados de SpaceX.

Según dos personas enteradas, el equipo de diseño industrial crea y actualiza representaciones de una ciudad. La colonia se concentrará en un domo gigante de vivienda comunitaria, con otros domos más pequeños a su alrededor. Últimamente, las conversaciones se han enfocado en qué materiales se usarían para los domos. A Musk le preocupa en particular que la estética de la ciudad tenga estilo, según comentaron otras dos personas.

Al igual que Musk, muchos de los más de 12000 empleados de SpaceX creen que es posible vivir en otro planeta, según las personas familiarizadas con la empresa y los documentos que vio el Times. A veces los trabajadores usan playeras que dicen “Ocupemos Marte” o “Padre de Cohete” en la oficina y publican sugerencias para la colonia de Marte en un sitio interno. Una idea reciente fue construir la ciudad al lado de un cráter gigante.

Algunos de los empleados que trabajan en los planes para Marte están en Boca Chica, mientras que otros ubicados en la oficina del sur de California viajan en avión los lunes y se van los viernes. Muchos trabajan más de cien horas a la semana.

Las personas enteradas de las actividades de la empresa dijeron que, en fechas recientes, Musk ha estado menos presente en Boca Chica. Visita la sede alrededor de una vez al mes, a veces a medianoche, unas pocas horas, con su hijo pequeño X Æ A-12, según contaron dos de las personas. Antes iba al menos una vez a la semana.

Pero su determinación para crear una civilización marciana no parece debilitarse.

En mayo, un funcionario de la NASA declaró que la agencia no contemplaba que los humanos pisaran Marte sino hasta la década de 2040. Ese mismo mes, Musk publicó en X que tardaría menos de 10 años en enviar gente al planeta y que en unos 20 años ya existiría una ciudad marciana.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Nytimes

redaccion@diariocambio22.mx

HTR

WhatsApp Telegram
Telegram