Redacción/ CAMBIO 22

CANCÚN QRoo, de abril de 2025.- Lo que durante años negaron las autoridades de seguridad estatal finalmente explotó en plena cara del gobierno: el fentanilo, la droga más letal y poderosa del continente americano, ya circula en el corazón turístico de México.

En una operación de alto nivel, los oficiales de seguridad policial en la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República, en coordinación con el Gabinete de Seguridad Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, detuvieron a un individuo que transportaba más de cuatro kilos de fentanilo dentro del Aeropuerto Internacional de Cancún.

El arresto, que se dio tras labores de inteligencia iniciadas en el estado de Sonora, confirma lo que por años se había manejado en lo “oscurito”: el paraíso de la Riviera Maya ya no solo es blanco del turismo, sino también del narcotráfico internacional.

Según informes extraoficiales, la droga habría llegado desde otra entidad del país y el detenido estaría vinculado a una célula delictiva especializada en la distribución de estupefacientes sintéticos, una amenaza creciente que ha cobrado miles de vidas en Estados Unidos y que ahora encuentra un nuevo epicentro de operación en el Caribe mexicano.

La detención deja al descubierto un operativo criminal que las autoridades locales, encabezadas por el fiscal Raciel López Salazar, han negado rotundamente. ¿Qué dirán ahora? ¿Dónde quedaron las declaraciones que aseguraban que el fentanilo no cruzaba las fronteras de Quintana Roo?

El aseguramiento se realizó dentro de las terminales de entrada y salida del aeropuerto, controladas por personal federal.

La droga incautada tiene un valor estimado de millones de pesos en el mercado negro y su cantidad es suficiente para causar decenas de miles de muertes por sobredosis.

Este escándalo no solo cimienta dudas sobre la verdadera dimensión del narcotráfico en destinos turísticos de alto perfil como Cancún, sino que también arroja una sombra oscura sobre la capacidad del estado para hacer frente a esta silenciosa pero devastadora amenaza.

Mientras tanto, la ciudadanía y el turismo internacional permanecen en alerta. El paraíso ya no es solo sol y playa… ahora también se combate el infierno del fentanilo.

 

redaccionqroo@cambio22.mx

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