¿Cómo Sobrevivieron Al Invierno En La Edad Media Sin Calefacción Ni Ventanas?
22 Feb. 2025
-
Una historiadora explica las creativas estrategias que utilizaban en la Edad Media para soportar el frío sin las comodidades modernas
Redacción/ CAMBIO 22
Cómo se las arreglaban en invierno sin calefacción
Cuando pensamos en la Edad Media, solemos imaginarnos una época de penurias, enfermedades y escasa higiene, pero no todo era tan extremo como los mitos populares sugieren. Sin embargo, hay algo que sí es cierto: el frío era un problema constante. En ausencia de calefacción moderna, ventanas de cristal o un buen aislamiento, las bajas temperaturas suponían un reto diario.
La historiadora italiana Nuisia Raridi, conocida por divulgar curiosidades sobre el pasado en su canal de TikTok, ha explicado recientemente cómo las personas de aquella época lograban mantenerse calientes en sus hogares, pese a las condiciones adversas.
Casas sin cristales y llenas de corrientes de aire
Uno de los mayores problemas era la ausencia de cristales en las ventanas. Hoy en día damos por sentado que podemos cerrar una ventana sin renunciar a la luz natural, pero en la Edad Media no existía esa opción. Las casas, cuando tenían ventanas, solían cubrirlas con contraventanas de madera o telas enceradas, lo que obligaba a elegir entre dejar pasar algo de luz… o protegerse del frío.

El vidrio era un material escaso y caro. Aunque en el siglo X ya se utilizaba en las catedrales, no empezó a aparecer en las viviendas hasta después de 1300, y solo entre las clases acomodadas. Incluso entonces, el vidrio que se fabricaba era opaco y de baja calidad, sin el aislamiento que conocemos hoy.
Chimeneas: una innovación tardía
Otro aspecto sorprendente es que las chimeneas, tal y como las conocemos, no se generalizaron hasta el siglo XIII. Antes de su invención, el fuego se encendía directamente en el suelo de la vivienda y el humo salía por agujeros en el techo. Esto hacía que las habitaciones estuvieran constantemente llenas de humo, una molestia con la que las familias debían convivir.

Las primeras referencias escritas sobre chimeneas provienen de documentos de la antigua República de Venecia. Se cree que fueron los italianos quienes comenzaron a implementarlas en sus hogares, y poco a poco la idea se extendió por Europa.
Construcciones poco preparadas para el frío
Las viviendas medievales, especialmente las de la población menos pudiente, no estaban diseñadas para retener el calor. Muchas eran de madera y tenían un aislamiento deficiente, lo que las convertía en lugares extremadamente fríos en invierno.
Estrategias para combatir el frío
Los más adinerados tenían algunas ventajas para sobrellevar el invierno. Por ejemplo, las camas con dosel no solo eran un símbolo de estatus, sino que cumplían una función práctica: las cortinas que las rodeaban ayudaban a retener el calor corporal y a protegerse de las corrientes de aire.
@nupost_ Alzi la mano chi a scuola stava così 🙋♀️ 📍 Fonti: A. e C. Frugoni, Storia di un giorno in una città medievale. C. Frugoni, A letto nel medioevo. A. Sarti, Vita in casa. Abitare, mangiare, vestire nell’epoca moderna. #medioevo #storiamedievale #storiamoderna #medievale #curiositachenonsapevi #impararecontiktok #cosechenonsai ♬ suono originale – Nuisia Raridi 🪶 Nu Post
También era común cubrir las paredes con tapices gruesos y cortinas pesadas, lo que servía como una barrera adicional contra el frío exterior. Sin embargo, la mayoría de la población tenía que conformarse con prendas de lana, capas adicionales de ropa y la proximidad al fuego durante el día.
Un invierno difícil, pero superable
Sobrevivir al frío en la Edad Media requería ingenio y resistencia. Sin calefacción, sin ventanas de cristal y sin un buen aislamiento, la única opción era recurrir a trucos rudimentarios para conservar el calor. Desde mantas y gorros hasta camas con dosel y tapices en las paredes, cada recurso era esencial para sobrellevar los meses más fríos.
Si bien hoy en día nos cuesta imaginar una vida sin calefacción, quienes vivieron en el medievo encontraron sus propias maneras de soportar el invierno y continuar con su día a día, aunque eso implicara dormir bajo capas y capas de ropa.
Fuente: Giz Mono
redaccionqroo@diariocambio22.mx
GFB/AGF




















