¿Cómo Elegir a Los Mejores Juzgadores?
4 Nov. 2024
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Las opiniones se encuentran divididas: algunos ven en los Comités de Evaluación una amenaza de “colonización” por parte de la mayoría en el gobierno; otros, entre los que me incluyo, creemos que, aunque la integración de estos comités pudo ser más cuidadosa
Ernesto Villanueva/CAMBIO 22
CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Elegir a quienes impartirán justicia es una tarea crucial para cualquier democracia. Aunque para muchos puede no ser un tema de interés cotidiano, este proceso extraordinario para seleccionar a los nuevos integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal de Disciplina Judicial, una parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la mitad de los magistrados de Circuito y jueces de Distrito representa una oportunidad histórica para salvaguardar el Estado de derecho con todo y las vicisitudes de esta ruta ya decidida. Las opiniones se encuentran divididas: algunos ven en los Comités de Evaluación una amenaza de “colonización” por parte de la mayoría en el gobierno; otros, entre los que me incluyo, creemos que, aunque la integración de estos comités pudo ser más cuidadosa, existen figuras clave, como Javier Quijano Baz, un jurista de integridad incuestionable y gran autonomía de criterio. Su presencia puede ser determinante en este proceso. La historia nos enseña que el esfuerzo por la justicia requiere vigilancia constante, y debemos acompañar críticamente este proceso para asegurar un Poder Judicial libre e independiente. Veamos.
Primero. La Constitución reformada, en su artículo 96, fracción II, inciso b), otorga a los Comités de Evaluación una misión fundamental: no solo deben verificar requisitos mínimos, sino también “identificar a las personas mejor evaluadas que cuenten con los conocimientos técnicos necesarios para el desempeño del cargo y se hayan distinguido por su honestidad, buena fama pública, competencia y antecedentes académicos y profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica”. Este mandato no puede ser letra muerta. De nosotros depende que esta prescripción no se convierta en un enunciado vacío, sino en una acción viva que permita elegir a los mejores perfiles para el sistema judicial. Para ello, los Comités necesitan establecer criterios claros y objetivos que permitan evaluar quiénes son realmente los “mejores evaluados”. Entre más transparente y desglosado sea el proceso de selección, menor será la incertidumbre y mayor la credibilidad tanto en el ámbito nacional como internacional. La transparencia es la piedra angular de la confianza ciudadana; como afirmaba Sócrates, “una vida sin examen no merece ser vivida”. ¿Puede la transparencia incidir en el proceso? Sin duda. La transparencia es un arma poderosa contra la opacidad, y su ausencia sería una rendición ante la mediocridad que busca asomarse a la menor oportunidad. La inacción en este proceso no solo es riesgosa, sino que equivale a ceder el campo de batalla a intereses que buscan promover perfiles ubicados en los mínimos y ajenos por entero a los máximos que deberían articular el nuevo Poder Judicial de la Federación.
Fuente: Proceso
OSM/ DSF