Claudia en Palabras de Annie
25 Nov. 2024
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“Una peculiar dualidad de Claudia: por un lado, ha sido una académica exitosa en la investigación científica; y por otro lado, además, la caracteriza un fuerte compromiso social que la orienta a traducir el conocimiento en la instrumentación de políticas públicas”. La madre de Claudia Sheinbaum Pardo crea un retrato temprano de la nueva Presidenta de México
Annie Pardo/CAMBIO 22
Cuando Alejandro Páez me solicitó un ensayo sobre ser mujer, sobre una mujer en la Presidencia, sobre el momento que nos toca vivir y sobre el orgullo que esto representa para mi persona, me hizo reflexionar y recordar con emoción una frase que desde mi punto de vista engloba todas y que ya identificamos como de Claudia Sheinbaum Pardo, la Presidenta de México: “No llego sola, llegamos todas”. Y las mujeres la coreamos con fuerza y con emoción.
Y pienso y me sorprendo que apenas en octubre de 1953, el Presidente Ruiz Cortines promulgó las reformas constitucionales para que las mexicanas gozáramos de la ciudadanía plena y que en 1955 por primera vez las mujeres acudieron a las urnas a emitir su voto. Recordar que yo entonces tenía 15 años y ver ahora 69 años después y después de 500 años de la República y la Colonia, por primera vez, llega una mujer a conducir los destinos de México.
El logro que esto significa para México es inmenso. No olvidemos que todavía hoy existen sectores en casi cualquier parte del mundo en donde el nacimiento de un niño se celebra con expectativas, mientras que el nacimiento de una niña representa una frustración. Así, la discriminación contra la mujer ha sido perpetuada por la supervivencia de estereotipos, prácticas y creencias culturales y religiosas tradicionales. Sin dejar de mencionar con rabia la violencia contra la mujer que sigue siendo uno de los desafíos más graves e imperiosos de nuestros tiempos.
Aún en el ambiente profesional —considerando que la ciencia es mi ámbito de estudio— parecía que nadie argumentaría que las mujeres científicas son menos capaces que los hombres. Sin embargo, en 2005, el rector de la “prestigiosa” Universidad de Harvard, Lawrence Summers levantó polvareda al explicar por qué para él las mujeres no estaban a la altura científica ni intelectual del hombre. Dijo que la escasez de mujeres en la ciencia de élite es debida a una falta innata de habilidades cerebrales que los hombres sí poseen. La polémica acabó con su renuncia. Pero los ejemplos abundan y la pregunta central que debemos hacernos en este contexto es: la disminución de la presencia de las mujeres en una carrera particular, ¿es debida a decisiones que ellas hacen o a la discriminación? En este contexto es un reto entender cómo se origina esta situación y más importante: cómo corregirla. Falta mucho por hacer para que tengamos oportunidades iguales, pero gracias a que tenemos a esta mujer Presidenta hacía allá vamos. Por lo pronto, las mujeres ya estamos en la Constitución.
Recientemente vi un video de una niña representado a Claudia y es esperanzador saber que a las niñas de hoy en México les ha tocado vivir esta época, lo cual marcará su vida con aspiraciones y sueños de que pueden ser, sin limitaciones de género, lo que puedan y quieran.
Por otro lado, en los últimos tiempos una pregunta frecuente que me hacen es: ¿Qué siente por ser la madre de la PRESIDENTA, así, con mayúsculas? Es difícil expresar la mezcla de sentimientos que me embargan y recurro a mis palabras, que hace algún tiempo me invitaron a decir en un evento relacionado con un reconocimiento a Claudia, y señalaba entonces que pocas cosas son más estimulantes que pedirnos hablar sobre nuestras hijas o hijos. Probablemente lo único que podría superar este placer es hablar sobre las nietas o nietos.
Como madre orgullosa, además de los numerosos eventos infantiles a los que acudí, recuerdo cuando ya de adulta Claudia obtuvo la importante distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en Innovación Tecnológica. El día que se lo entregaban en una ceremonia en la UNAM, Claudia estaba tomando posesión como Secretaria de Medio Ambiente del entonces Distrito Federal y yo fui a recogerlo emocionada, en su nombre, de manos del entonces rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente.
Esta que refiero, refleja una peculiar dualidad de Claudia: por un lado, ha sido una académica exitosa en la investigación científica; y por otro lado, además, la caracteriza un fuerte compromiso social que la orienta a traducir el conocimiento en la instrumentación de políticas públicas.
Pero además debería decir: en lugar de dualidad, “trialidad” —aunque no sé si exista el término— porque las actividades mencionadas han ido acompañadas de la atención y preocupación por el bienestar físico y emocional de sus hijos Rodrigo y Mariana.
Pienso que Claudia hubiera podido desarrollar cualquier disciplina con éxito y como madre que soy y no me gusta hacer diferencias, permítanme decirles que lo mismo pienso de la potencialidad de mis otros hijos, Julio y Adriana, ambos muy destacados en las disciplinas que cultivan.
No quiero dejar de comentar mis recuerdos sobre la personalidad de Claudia desde pequeña: inquieta, energética, incansable; igualmente comprometida además de la escuela, con sus clases de ballet, sus clases de guitarra y charango que implementaba en el grupo musical infantil de folklore latinoamericano llamado “Los Pilcuicatl” que significa en náhuatl Niños que Cantan. Más adelante, de forma simultánea, las clases y competencias de remo en Cuemanco, los estudios de Física en la Facultad de Ciencias, la atención al novio y la comprometida y activa defensa de la Universidad pública y gratuita.
En su enorme y variado desarrollo siembre ha habido calidad, perseverancia y una enorme voluntad para no dejar lugar a la improvisación, sino al estudio de la problemática a la que se enfrenta y tomar decisiones basada en el conocimiento
Para finalizar, quisiera compartir con ustedes el orgullo que representa para nuestra familia que Claudia haya asumido una postura valiente para enfrentarse a los retos que representa este Gran País y conociéndola como la conocemos, no tengo dudas de que empleará toda su energía, que por cierto es mucha, para implementar soluciones a problemas que previamente haya investigado.
Felicitémonos los habitantes de este Gran País nuestro por tener a Claudia para dirigirlo.
Fuente: SinEmbargo
HTR/DSF