China Suspenden las Adopciones Internacionales en Medio de su Crisis de Natalidad
17 Ene. 2025
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Ante la caída de la natalidad, el país dejará de autorizar adopciones extranjeras, con excepción de casos de hijastros o familiares consanguíneos
Redacción / CAMBIO 22
La crisis de natalidad en Asia no es sorpresa. Japón, Corea del Sur e incluso Taiwán han tenido que tomar cartas en el asunto para revertir esta situación. China, a pesar de ser uno de los países más poblados del planeta, también pasa por este estrago. Entre las medidas, surgió una muy particular: suspender su programa de adopciones.
Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, fue la encargada de anunciar esta nueva política. Así, el gigante asiático dejará de autorizar las adopciones internacionales de sus menores. La única excepción será para extranjeros que deseen adoptar a hijastros o a hijos de familiares consanguíneos.
“No seguirá procesando casos en ninguna etapa”. Con esta sentencia, The Guardian aseguró que ya no habrá más procesos en los que personas extranjeras puedan adoptar bebés de origen chino. Razón por la que puso contra la espada y la pared a quienes llevaron a cabo el proceso previamente. Por su parte, The New York Times reportó en su momento que las familias desconocieron cómo les afectaría.
Como contexto, desde 1992, China se ha distinguido por encabezar los procesos de adopción internacionales. Alrededor 160,000 infantes durante aquella década. Así, el país se posicionó como una de las principales naciones con este tipo de trámites. Fue hasta la pandemia del COVID-19 que se le puso un alto.
Para ejemplo de ello, entre 2004 y 2022 más de 89,000 niños chinos fueron adoptados en alrededor de dos docenas de países, según recaba el Wall Street Journal. Estados Unidos sobresale como el principal país de acogida, con más de 82,600 adopciones provenientes de China. El punto más alto se registró en 2005, con cerca de 8,000 casos.
Pero todo esto tiene un trasfondo situado décadas más atrás. A finales de los años 70, y debido a la preocupación por el rápido crecimiento demográfico, Beijing adoptó la medida del hijo único. Lo anterior dado a que su población se acercó a la marca de mil millones de habitantes, lo que también generó una inquietud por sus posibles consecuencias económicas.
Para los años 90, el gobierno endureció las normas. Restringió los acuerdos informales que permitieron a los padres con más de un hijo transferir la crianza a parientes u otras familias para evadir la política. Dichas medidas llevaron a un aumento significativo de niños en los orfanatos. Como resultado: se entrecruzan las adopciones por padres extranjeros.
La situación actual es completamente diferente. En 2023, China perdió cerca de 2.1 millones de habitantes y registró 9.02 millones de nacimientos, la cifra más baja desde que existen registros. El balance demográfico del año pasado también es negativo, lo que evidencia una disminución de la población cada vez más rápida.
Además, según datos de Statista se muestra una reducción significativa en el número de huérfanos en China: de 570,000 en 2012 a 158,000 hace dos años. Este cambio en el panorama demográfico llevó a las autoridades chinas, hace ya algunos años, a reconsiderar la política del hijo único.
“En cierto modo, es el fin de una era y el cierre de uno de los capítulos más vergonzosos de las tres décadas y media de ingeniería social conocida como la política del hijo único. El Gobierno chino creó el problema y luego no pudo lidiar con las limitaciones financieras y por eso permitió la adopción extranjera como último recurso”.
Eso sí, desde su anuncio, no han habido actualizaciones por parte del gobierno de Xi Jinping sobre detalles detrás de esta decisión. De igual manera, tampoco se especificó cómo se implementará y qué impacto tendrá en las adopciones que actualmente están en proceso.
Fuente: Xataka
GPC/AGF