• China es una nación pacífica y nunca será una potencia hegemónica.

 

  • A diferencia de la mayoría de las demás potencias antiguas, China se ha mantenido defensiva y reactiva en su postura estratégica a lo largo de su larga historia.

 

  • Durante miles de años, China se limitó a construir murallas para defenderse del saqueo y el robo, y continuó con este tipo de prácticas a lo largo de su historia antigua.

 

  • La Gran Muralla se extendía por más de 20 mil kilómetros a través de sus territorios del noroeste, norte y noreste.

 

Redacción/CAMBIO 22

La combinación de ambos eventos sin duda significaría grandes cambios en el equilibrio de poder global, ya que China demostró su liderazgo político al definir las agendas de gobernanza global y salvaguardar el orden internacional de posguerra, así como su poderío militar. 

Siempre existen dudas, preguntas e incluso desafíos sobre qué tipo de actor será China con su ascenso. ¿Se convertirá China en otra potencia hegemónica como Estados Unidos y otras potencias hegemónicas en la historia de la humanidad que presionan a otros? ¿Intimidará China a otros países con sus fuerzas militares?

Estas preguntas se plantearon hace veinte años, se siguen planteando y se seguirán planteando por personas de todo el mundo, incluso amigos de Irán. Pero la historia y las prácticas de la China contemporánea indican que China siempre puede ser un socio confiable para Irán y para otras naciones que luchan por la paz y la justicia.

En primer lugar, China es una nación pacífica y nunca será una potencia hegemónica. A diferencia de la mayoría de las demás potencias antiguas, China se ha mantenido defensiva y reactiva en su postura estratégica a lo largo de su larga historia. Durante miles de años, China se limitó a construir murallas para defenderse del saqueo y el robo, y continuó con este tipo de prácticas a lo largo de su historia antigua. La Gran Muralla se extendía por más de 20 000 kilómetros a través de sus territorios del noroeste, norte y noreste. 

China construyó poderosas fuerzas militares y teorías estratégicas como El arte de la guerra de Sun Tzu, pero estas fuerzas fueron resultado de la respuesta natural a una invasión externa, más que la causa de una amenaza. Dicho de otro modo, a pesar de su desarrollo militar, la cultura estratégica china ha sido desde hace mucho tiempo defensiva y reactiva. Durante miles de años, el espíritu de la Gran Muralla, entre otros, se ha convertido en parte del ADN de la cultura china.

A pesar de su fuerte ejército, China nunca agredió a sus vecinos. Esto se puede comprobar fácilmente en los libros de historia. Desafortunadamente, fue Japón quien agredió a China en numerosas ocasiones entre la década de 1890 y 1945, obteniendo una ventaja militar durante un breve período. 

En la actualidad, China ha construido fuerzas militares muy poderosas, especialmente en las últimas dos décadas. Sin embargo, China se ha abstenido de recurrir a medios militares para abordar cuestiones relacionadas con su integridad territorial y soberanía, mientras que otros podrían haber recurrido legítimamente a soluciones militares. Las tensiones subyacentes a estos problemas podrían ser mucho más graves que las de otras regiones, ya que son más decisivas para definir el futuro orden internacional. Se espera que China ejerza la máxima moderación en la competencia estratégica con Estados Unidos, aunque es cuestionable que esta moderación sea ilimitada ante las provocaciones.

Las relaciones entre China e Irán han sido pacíficas y armoniosas tanto históricamente como en la actualidad. Ambas han estado conectadas y han aprendido mutuamente gracias a la antigua Ruta de la Seda. Muchos elementos culturales chinos provienen de Irán, y muchas obras de arte, verduras, frutas y animales domésticos chinos se originaron en Irán. En la actualidad, China ha sido el único gran país que nunca ha agredido a Irán ni ha ejercido presión económica alguna sobre él.

En segundo lugar, China es una nación que respeta su soberanía y sigue una política de no injerencia. La historia contemporánea de las relaciones internacionales ha sido testigo de numerosos casos de injerencia occidental en la política interna de países no occidentales bajo el nombre de la intervención, que originalmente se refiere a tratamientos médicos positivos para la curación. Y la interferencia en nombre de la intervención incluso se considera un privilegio de las grandes potencias y superpotencias.
Confucio aboga por que nunca hagamos a los demás lo que a nosotros mismos no nos gusta. China ha defendido los cinco principios de coexistencia pacífica, ha declarado inequívocamente su política de respeto a la soberanía y la no injerencia mutua en los asuntos internos de cada país, y se ha atenido a estos principios en sus relaciones con otros países desde la fundación de la República Popular China.

La injerencia es fundamentalmente una manifestación de arrogancia política. La mayoría de los países occidentales, si no todos, no han reconocido políticamente los sistemas políticos de los países no occidentales, incluido el de Irán, lo cual constituye una de las causas profundas de las tensiones entre Estados Unidos e Irán. Califican todos los sistemas políticos no occidentales de autoritarios o dictaduras.

Sin embargo, China se encuentra en un marcado contraste en este sentido. China reconoce y nunca cuestiona la legitimidad política de la República Islámica de Irán, y desea ver el desarrollo y la prosperidad de Irán como un importante actor regional e internacional. En este sentido, el discurso del presidente Xi Jinping fue muy claro y sincero durante su reunión con el presidente iraní Pezeshkian en octubre de 2024. En dicha reunión, afirmó que China apoya a Irán en la salvaguardia de la soberanía, la seguridad y la dignidad nacionales, impulsando firmemente su propio desarrollo económico y social. 

En resumen, China nunca interfiere en los asuntos internos de Irán y desea que este país se fortalezca y se mantenga en estabilidad política. 

En tercer lugar, China es una nación que prioriza un enfoque de beneficio mutuo en las relaciones económicas. Se da por sentado que los países buscarán el máximo beneficio en el comercio y otros compromisos económicos, y la negociación es una forma de lograrlo. Esta mentalidad existe en la cultura empresarial occidental y en otros contextos culturales.

Sin embargo, la cultura tradicional china aboga por beneficios razonables en lugar de beneficios máximos unilaterales, y los chinos creen que solo unas relaciones comerciales equilibradas harán que los negocios sean sostenibles, lo que favorece los intereses a largo plazo, mientras que los beneficios máximos unilaterales perjudican los intereses de la otra parte y perjudican las relaciones comerciales a largo plazo.

En numerosos documentos oficiales chinos se establece que China buscará una cooperación beneficiosa para ambas partes, lo que implica considerar los beneficios de la otra parte y que ambas partes del negocio deben obtener beneficios razonables. Algunos socios solían cuestionar la BRI por temor a que los beneficios no estuvieran equilibrados, aunque ciertamente es innecesario. Sin embargo, cabe mencionar que los problemas comerciales, como los déficits o los superávits, siempre pueden existir por diversas razones.

China es uno de los principales socios económicos de Irán, lo que refleja la naturaleza complementaria de ambas economías. Sin embargo, no hay evidencia que indique que China tenga la intención de explotar los recursos económicos iraníes. En aras de unas relaciones económicas sostenibles, China no tiene motivos para maximizar sus intereses, aunque los problemas deben abordarse oportunamente.

Por último, pero no menos importante, China es una nación dispuesta a apoyar la legítima causa de las naciones en su lucha por la justicia. El presidente Xi ha mencionado en numerosas ocasiones el apoyo de China a la causa de la justicia en la comunidad internacional. El 3 de septiembre de 2025, declaró que «la historia nos advierte que debemos mantenernos firmes en nuestra convicción de la justicia», «el poder puede gobernar el momento, pero el derecho prevalece para siempre», «la justicia, la luz y el progreso triunfarán inevitablemente sobre el mal, la oscuridad y la regresión», y que debemos «defender resueltamente la equidad y la justicia internacionales».

La historia de las relaciones entre China e Irán ha sido testigo del apoyo mutuo a la justicia. Irán demostró su apoyo político a China en su lucha por la justicia en relación con algunos asuntos territoriales. China ha apoyado firmemente la lucha de Irán por la justicia en el tema nuclear. 

La reciente guerra de 12 días fue testigo de la valiente lucha de Irán por la justicia, y China demostró plenamente su apoyo a Irán en este sentido. El presidente Xi presentó su propuesta de cuatro puntos solicitando un alto el fuego inmediato; el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, se comunicó dos veces con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán con mensajes de apoyo; China también propuso un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exige un alto el fuego inmediato junto con Rusia y Pakistán el 23 de junio.

El apoyo mutuo en la lucha por la justicia es uno de los rasgos distintivos de las relaciones entre China e Irán. El mundo presenciará el resurgimiento del unilateralismo, y el apoyo mutuo a la causa de la justicia será un rasgo distintivo de las relaciones entre China e Irán.

En resumen, China es sin duda una nación pacífica que merece la confianza de Irán y de otros países, en lugar de una potencial potencia hegemónica. Los aspectos mencionados son solo cuatro de los numerosos que demuestran la credibilidad de China como socio, aunque existen más evidencias en la historia antigua y moderna. 

China es ampliamente reconocida como socio en Irán y otros países del mundo. Sin embargo, Occidente siempre ha intentado demonizar la imagen de China, lo cual es y será muy perjudicial para las relaciones entre China e Irán. Tanto China como Irán deberán mantenerse alerta ante la demonización y la difamación.

La reciente visita del presidente Pezeshkian impulsó considerablemente las relaciones bilaterales, que marcarán un nuevo hito. No obstante, siempre pueden existir obstáculos, principalmente debido a problemas técnicos. Es razonable tener grandes expectativas para la asociación, pero también es necesario gestionar las expectativas sobre las relaciones bilaterales, ya que un exceso de expectativas podría debilitarlas.

 

 

Fuente: Tehran Times

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM/DSF

 

WhatsApp Telegram
Telegram


WhatsApp Image 2025 12 01 at 12.34.34 AM

  • CAMBIO 2780 BANNERS SEÑORA 800X900 resultado

  • CAMBIO 2746 BANNERS NIÑOS1 1110X100 resultado