Redacción/CAMBIO 22

CHETUMAL.- La capital del estado sufre el embate del Crimen Organizado dejando una estela de sangre, luto y dolor entre las familias chetumaleñas que reclaman mayor seguridad, un alto a las extorsiones, ejecuciones, secuestros de emprendedores, empresarios de todos los giros y niveles que a la fecha ya acumula 49 asesinatos violentos.

La ciudad donde radican los tres poderes del Estado, donde vive la titular del Ejecutivo fue noticia nacional el pasado 21 de marzo cuando apareció el cuerpo sin vida de Cipriano Torres, empresario que había sido secuestrado 48 horas antes y que se dedicaba a la venta de artículos de pesca y refacciones náuticas. La privación de su libertad ocurrió en apenas 40 segundos, según pudo evidenciar una cámara de seguridad alojada al exterior de su domicilio.

Los restos de Cipriano Torres fueron encontrados en bolsas negras de plástico en la colonia Payo Obispo de Chetumal, el cuerpo presentaba signos de violencia. Las autoridades estatales adjudican el secuestro y posterior homicidio del empresario al Cártel de Caborca “debido a que es el grupo criminal con mayor presencia en el sur de Quintana Roo”.

“Los presuntos responsables por el secuestro ya se encuentran identificados gracias a la grabación que se obtuvo del hecho”, confirmó el entonces Fiscal Óscar Montes de Oca versión que fue respaldada por la secretaria de Gobierno, Cristina Torres. La principal línea de investigación apuntaba a un supuesto ‘cobro de piso’ por parte del Cártel de Caborca, se aceptó tácitamente.

Con ese secuestro y asesinato, se inció una etapa de terror en la ciudad y se recrudeció en los primeros días de diciembre. La presidenta municipal de Othón P Blanco donde se asienta la capital, es la morenista Yensunni Martínez Hernández, quien también, como todos los alcaldes está sumida en su anunciada reelección y en limpiar su imagen del bullying de las redes sociales a causa de su físico y vanidades que en preocupada en combatir y prevenir la delincuencia dentro de sus funciones y atribuciones. Ella también está doblegada por miedo ante el crimen organizado y por recomendaciones de familiares de no involucrarse en un tema que ‘debe de controlar el estado y la federación’.

“Llevo una larga trayectoria de violencia hacia mi persona desgraciadamente eso no cesa y todo el día incrementa y ahora que en alguno u otro comentario he sacado a relucir que participaré (en la reelección) esto se incrementa aún más”, se lamentó la alcaldesa.

Dijo que se han identificado páginas de redes sociales y grupos políticos que buscan demeritar el trabajo que día a día incluso reconociendo “fuego amigo” realiza, sin embargo, -agregó- por el momento no hará uso de la Policía Cibernética siempre y cuando no adquieran un grado mayor por lo que valoría emprender acciones legales en contra de sus detractores.

Pero cuando a la presidenta municipal la cuestionan sobre la violencia en su municipio evade las preguntas argumentando que ‘La Fiscalía ya investiga’ como fue la ejecución del 2 de agosto donde el mismo cártel ejecutó a Mauricio Erales Prado, hijo del ex diputado local del PT Roberto Erales Jiménez, detrás del Instituto Tecnológico de Chetumal.

La tarde de ese día, el jóven corrió por su vida por unas calles y al resistirse al “levantón” los delincuentes abrieron fuego en su contra, se dijo que sus asesinos lo asociaban con Zurisaday Villaseñor Méndez, un supuesto operador del Cártel del Pacífico en la zona sur de Quintana Roo.

Datos del 2013 refieren que el ejecutado mantenía una estrecha relación con Villaseñor Méndez, así como con otro individuo conocido como “Don Chepe” o “Don José”, y también con el alias de “Cacho”, su crimen sigue impune.

Según el Semaforo Delictivo de Quintana Roo reporta que en enero de este año se cometieron 4 asesinatos violentos, de ahí se salta hasta mayo con 7; junio con 3; julio 4, agosto 6; septiembre 3 y en octubre 7; oficialmente 34, los reportes periodisticos hasta ese fecha marcan 41.

El 4 de noviembre fue encontrado uno, de dos hombres que fueron ‘levantados’ el 23 de octubre en Chetumal, se trataba de Daniel ‘N’ de 43 años y su hijo Luis ‘N’ quienes un día salieron a vender una camioneta y no regresaron a su domicilio. El padre fue asesinado y encontrado el día 31 de octubre en un camino de terracería de la colonia Nuevo Progreso de esa ciudad. El cadáver estaba embolsado con sello de la delincuencia organizada. Dos días después, Luis ‘N’ hijo de Daniel ‘N’ fue encontrado sano y salvo en algún punto del municipio de Othón P. Blanco.

El 8 noviembre un grupo de gente armada a bordo de una camioneta negra, interceptaron una ambulancia de Grupo Rino, en la localidad del Ramonal al sur de Quintana Roo, para entregar a los paramédicos un cadáver. Al parecer estos sujetos ejecutaron a la víctima y por alguna razón decidieron entregar el cadáver en lugar de dejarlo tirado como es usual.

Los rescatistas llevaron el cuerpo a la base policiaca de Ucum donde dieron parte a los uniformados, de acuerdo con el primer reporte, la víctima, un masculino, tenía dos impactos de bala: uno en el pecho y otro en la cabeza del lado izquierdo.

Para el 10 de noviembre se presentó un intentó de ejecución, dos sicarios en moto intentaron asesinar a un joven de 23 años, en un domicilio ubicado en la colonia Nueva Generación de esta ciudad.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 22:00 horas, en una vivienda, ubicada en la calle Antigua, entre avenida Nicolás Bravo y Francisco González Boca Negra de dicha colonia. Milagrosamente el joven se salvo de morir ante la rápida atención medica.

Elementos policiacos en un rondín de vigilancia por brechas y caminos en la comunidad de Sergio Butrón Casas, el día 25 encontraron el cuerpo de un hombre en un camino de terracería justo en la parte trasera del campo de fútbol de la comunidad. El sujeto tenía al menos seis disparos en el pecho, su edad rondaba entre los 35 y 40 años de edad, tenía barba de candado, tez clara, cara ovalada, en el brazo derecho llevaba un tatuaje de familia con una rosa con un alacrán y en el abdomen una ‘B’ así como la palabra ‘Arrio’.

Para el 30 de noviembre la La Fiscalía General del Estado desactivó las fichas de búsqueda de los gemelos Ángel Arturo Gómez Echeverría y Miguel Antonio Gómez Echeverría, después de que sus cuerpos fueran descubiertos en una calle de terracería cercana al Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario número 11, en Chetumal.

Los hermanos fueron ‘levantados’ 24 horas antes por un grupo armado mientras desempeñaban sus labores en un lavadero de autos en la colonia Bicentenario.

Diciembre sangriento inició la noche del sábado 2 con el ataque armado al bar “La Tormenta”, un hombre fue ejeutado de 7 disparos y dos más resultaron heridos por un par de motosicarios.

La mañana del día 4 el cadáver de un masculino fue encontrado desnudo y con huellas de tortura, cerca del panteón “Campos del Recuerdo” de la capital del estado que fue levantado la tarde del domingo en la colonia Payo Obispo de esa capital.

El mismo día 4 de diciembre un estudiante del Instituto Tecnológico de Chetumal fue ‘levantado’ en calles de la colonia Sian Ka’an; de acuerdo con la ficha de búsqueda emitida por la FGJE la persona levantada responde al nombre de Leonardo Iván Dzul Pérez, de 21 años con domicilio en esa ciudad y aún está en calidad de desconocido.

En noviembre y lo que va de diciembre ya se han cometido 8 homicidios dolosos en Chetumal. La apacible capital enfrenta una ola de terror atraibuída a una ‘limpia’ entre dos grupos delincuenciales en la que el nombre del Cártel de Caborca cobra cada día mayor fuerza.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx​

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