Redacción/CAMBIO 22

Ciudad de México.- En su mayor peso y tras superar varias polémicas, Julio César Chávez Júnior regresó al ring después de dos años y siete meses. El retorno fue deslucido, pues aun cuando ganó por decisión unánime en peso crucero ante el estadunidense Uriah Hall no tuvo una buena conexión con los aficionados en el Amalie Arena, de Tampa, Florida.

Desde que subió al ring, el recibimiento para Chávez fue hostil pues el público lo abucheó. Ya una vez en la pelea, el ex campeón de peso mediano mostró intensidad, pero se vio fuera de ritmo; aun así fue suficiente para superar a Uriah Hall, un ex peleador de artes marciales mixtas.

“Venía de todos los problemas, no me arriesgué a que me golpeara, me sentí muy bien. Creo que todavía puedo competir, eso fue lo que demostré. Preferiría enfrentar a un campeón del mundo, pero Jake Paul sería una buena pelea también”, dijo Chávez, de 38 años de edad, al bajar el cuadrilátero con la victoria.

La última vez que Julio César Chávez Júnior subió al ring fue el 18 de diciembre de 2021 cuando se impuso ante el panameño David Zerrega. Desde entonces se vio envuelto en varias controversias.

La derrota frente a Saúl Canelo Álvarez en 2017 marcó un declive en la carrera de Julio. No obstante, las luchas personales más complicadas fueron en los últimos tres años.

Alejado del boxeo, enfrentó conflictos con su familia, entre ellos su padre Julio César Chávez, histórico campeón mundial mexicano; además de sufrir una recaída por adicciones y de ser arrestado por posesión de armas, el cual fue el momento clave para entrar a rehabilitación.

Ahora, decidió retomar su carrera como boxeador, pero para hacerlo debió subir de paso y pasar de la categoría supermediano a crucero, una división que no suele dominar los tricolores. Entre clarosocuros, es el reinicio para quien fuera una promesa del boxeo mexicano.

 

Fuente: La Jornada

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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