Castigan a Policías con Guardias en Casas Aseguradas en Condiciones Inhumanas

• Hostigamiento y precariedad verificada.en custodia de casa en resguardo en Chetumal

• Son asignados a este punto como castigo y persecución laboral

Ricardo Jesús Rivas / CAMBIO 22

CHETUMAL, 23 de julio. – En custodia de una casa asegurada en la calle Palermo, entre Venustiano Carranza y San Salvador, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) cumplen servicio de guardias en condiciones que rozan lo inhumano, sin acceso a sanitarios, agua, electricidad o siquiera una silla o tinglado para resguardarse.

Se trata de policías con discapacidad o lesiones derivadas de riesgo laboral, quienes, en lugar de recibir apoyo institucional, son asignados a este punto como castigo y objeto de hostigamiento laboral, para prestar servicio rn la vía pública.

La denuncia revela un patrón preocupante dentro de la corporación, donde los agentes que deberían ser respaldados tras sufrir accidentes en cumplimiento de su deber son relegados a tareas sin condiciones mínimas de seguridad o dignidad.

Sin patrullas ni espacios techados, se ven obligados a buscar refugio en comercios cercanos, aunque incluso eso les acarrea sanciones: si abandonan su puesto, aunque sea por necesidad básica, enfrentan boletas de arresto por “abandono de servicio”.

La precariedad expuesta contradice el discurso oficial de modernización y fortalecimiento de la seguridad en el estado. Mientras se presume inversión en tecnología y equipamiento, la realidad para estos policías muestra una estructura institucional que margina a quienes más necesitan apoyo.

Esta omisión en la atención a personal lesionado vulnera sus derechos laborales y mina la moral de la corporación, además, normaliza prácticas de hostigamiento como método de control.

La falta de condiciones básicas en los puntos de servicio, sumada al uso de castigos laborales encubiertos, desgasta la dignidad de los elementos y es muestra de una falla estructural en la gestión del recurso humano en seguridad pública en Quintana Roo.

redaccion@diariocambio22.mx

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