• A Pesar de Caer en su Primer Enfrentamiento Contra un Jugador Local Desde 2021, Alcaraz, que ha Madurado Considerablemente Desde su Última Experiencia en París, Recibe el Apoyo del Público y se Aleja de la Presión que lo Afectó en su Juventud

 

Redacción / CAMBIO 22

Carlos Alcaraz volvió a perder contra un jugador francés en Francia. En 2021, en París Bercy, sucumbió ante Hugo Gaston en un partido en el que le pudo la presión. Era demasiado joven y pese a que iba ganando 5-0 en el segundo set, se vino abajo e incluso terminó llorando. No ganó un juego más. Pagó la novatada. Aprendió la lección. Desde ese día, ha disputado 29 partidos más en la capital de Francia, entre Roland Garros, este Masters 1.000 y los Juegos Olímpicos, pero nunca contra un jugador local. Ugo Humbert fue el primero, y también le derrotó (6-1, 3-6 y 7-5), pero de forma muy diferente a lo sucedido hace tres años. Ahora, Carlos ya es uno de los tenistas más queridos del circuito e incluso el bullicioso público le animó por momentos. Sí se escuchó al final, en los momentos calientes, los “Ugo, Ugo, Ugo” atronadores, pero no fue la presión lo que pudo con el español, fue un rival inspiradísimo y una superficie a la que no se terminó de adaptar.

La derrota puede tener consecuencias más allá de la eliminación en sí misma. Alexander Zverev amenaza el segundo puesto en la clasificación que ahora tiene Carlos. El alemán superó en octavos a otro jugador local, Arthur Fils (6-4, 3-6 y 6-3). Si se mete en la final (se enfrenta a Tsitsipas en cuartos), se subirá al segundo puesto del cajón tanto en el ranking ATP como en el de la RACE, el que determina los clasificados para el Torneo de Maestros que se disputa en Turín. Si llega como tres, el murciano podría enfrentarse a Sinner ya en la fase de grupos. Incluso podrían quedar emparejados el español, el italiano y Djokovic, cuya participación está en el aire. De momento, sigue descansando en Maldivas.

Alcaraz se cita con Humbert en octavos de final de París-Bercy | La Verdad

Alcaraz lo intentó ante Humbert

Alcaraz mostró coraje y buena actitud en su partido contra Humbert, al que había derrotado en sus dos duelos precedentes, el último, hace un mes y medio en la Copa Davis, también en pista dura y bajo techo. Pero el pupilo de Juan Carlos Ferrero nunca estuvo cómodo en la rapidísima pista de París-Bercy. El primer set fue un visto y no visto. El jugador francés estaba en su salsa porque todo iba como un rayo. Al español parecía que se le quedaba la bola enganchada en la raqueta, no salía disparada como habitualmente. Humbert es zurdo y era descarado cómo se ponía casi en el pasillo para servir abierto en la zona de la ventaja. Carlos sabía la dirección, pero ni así podía atraparla. Iba todo a velocidad de vértigo y él, en lugar de tranquilizarse, quería meter todavía otra marcha más, lo que le llevaba a equivocarse. Después del 5-0 ganó el primer juego, y miró al cielo, como diciendo: “Aleluya”.

El partido podía haber terminado mucho antes. El arranque del segundo set fue con un nuevo 0-30 para Ugo. Alcaraz amenazaba con irse mentalmente. Estaba enfadado, resoplaba, pedía la revisión en pelotas que eran buenas clarísimas. Humbert le conseguía restar hasta los primeros saques. Pero el ganador este año de Roland Garros y Wimbledon logró serenarse para meterse en el encuentro. Algún golpe cortado, empezar a entender por fin el saque abierto de su rival… Llegaron las primeras oportunidades de break y los primeros errores del galo. Carlos por fin pudo conectar ganadores, empezó a servir mejor e incluso pidió ruido al público en varios de los puntazos que protagonizó. Es un tenista de ataque, pero defiende también de maravilla. Lo tuvo que hacer en un encuentro duro para él, y no le importó. Se empezó a divertir por fin, aunque fuera corriendo para llegar a pelotas que nadie más puede alcanzar.

 

 

 

Fuente: La Razón

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